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Una torre en Panamá tiene el nombre de Trump y vínculos con el crimen organizado

Una investigación especial de NBC News y Reuters revela cómo el proyecto de un rascacielos del país centroamericano, en el cual participó Ivanka Trump, se convirtió en vehículo de lavado de dinero.

CIUDAD DE PANAMÁ - Cuando Ivanka Trump voló en 2006 para promover el último proyecto empresarial de su familia -una torre de acero y cristal frente al mar llamada Trump Ocean Club International Hotel and Tower- con forma de vela y diseñada para ser uno de los edificios más altos de América Latina, un vendedor brasileño de bienes raíces llamado Alexandre Ventura Nogueira dice tenía una propuesta de ventas lista.

Ventura, quien alega que solo tenía una pequeña compañía de bienes raíces en ese momento, dijo que le aseguró a Ivanka Trump que podría vender condominios en el rascacielos propuesto por tres veces el precio de unidades similares en la Ciudad de Panamá. La razón: el nombre Trump, que iría en el edificio según un acuerdo de licencia, aunque la Organización Trump no era el promotor inmobiliario real.

Ventura cuenta que él e Ivanka aceptaron una especie de desafío. Si Ventura podía vender apartamentos tan fácilmente como él aseguraba, y por esos altos precios, se convertiría en el principal representante de ventas del proyecto.

"El acuerdo fue que tenía una semana para vender 100 unidades", relató Ventura en una entrevista reciente con NBC News. "Dije: 'Voy a hacerlo mejor, voy a vender sin decirles a los compradores el precio'.

Ventura vendió las unidades iniciales y luego cientos más. Ahora es un fugitivo de la ley.

En mayo de 2009 fue arrestado en Panamá por fraude inmobiliario, sin relación con el proyecto Trump. Mauricio Ceballos, un ex fiscal de crímenes financieros en Panamá que investigó a Ventura, dice que docenas de quejas contra Ventura llegaron su escritorio, acusándolo de vender los mismos apartamentos dos y tres veces, tanto en el Trump Ocean Club como en otras áreas.

Ventura finalmente huyó de Panamá mientras estaba en libertad bajo fianza. Negó haber defraudado a sus clientes, pero admitió ante NBC News que ha participado en el lavado de dinero en nombre de políticos corruptos panameños, que no guardan relación con el proyecto de construcción de la Torre Trump.

Alexandre Ventura durante la entrevista con NBC.

Ventura no es la única persona asociada con el edificio que ha tenido problemas con la ley. Una investigación de NBC News sobre el Trump Ocean Club, en conjunto con Reuters, muestra que el proyecto estuvo plagado de intermediarios, clientes e inversores vinculados al tráfico de drogas y al crimen internacional. Ceballos, que investigó el proyecto, llegó al extremo de llamar al rascacielos "un vehículo para el lavado de dinero".

La investigación no reveló indicios de que la Organización Trump o los miembros de la familia Trump hayan participado en actividades ilegales o conozcan los antecedentes criminales de algunos de los asociados del proyecto. Pero Ventura dijo que los Trump nunca hicieron preguntas sobre los compradores o de dónde venía el dinero.

Expertos legales contactados por Reuters dijeron que los Trump debería haber formulado esas preguntas. Debido a que "se percibe a Panamá como altamente corrupta", dijo Arthur Middlemiss, ex asistente del fiscal de distrito en Manhattan y ex jefe del programa anticorrupción global de JPMorgan, quienes hacen negocios allí deben realizar la debida diligencia con otras personas involucradas en sus emprendimientos.

Si no lo hacen, corren el riesgo de ser responsables bajo la ley de los Estados Unidos de hacer la vista gorda ante procederes indebidos, dijo a Reuters.

Nadie preguntó sobre el dinero

En la entrevista, Ventura admitió que algunos de sus intermediarios y clientes que compraron y vendieron unidades en el Trump Ocean Club estaban conectados con la mafia rusa y otros grupos del crimen organizado, incluido un blanqueador de dinero convicto que movió efectivo para los carteles de la droga.

"Tenía algunos clientes con antecedentes cuestionables", dijo. "Nadie me preguntó nunca. Los bancos nunca preguntaron. El promotor inmobiliario no preguntó y (la) Organización Trump no preguntó. Nadie pregunta, '¿Quiénes son los clientes, de dónde vino el dinero?' No, nadie pregunta".

La Organización Trump no fue el verdadero promotor inmobiliario de la torre de Panamá. Gracias en gran parte al exitoso programa de televisión de NBC "The Apprentice", el nombre de Trump fue reconocido en todo el mundo y el acuerdo con Panamá se estructuró para capitalizar esa marca.

Para este acuerdo, la Organización Trump licenciaría su marca, operaría el hotel y vendería su experiencia en la administración del edificio, recibiendo una parte de cada venta de condominio. El desarrollo inmobiliario real, junto con todos los riesgos involucrados, se dejaría en manos de un empresario local casi sin experiencia en bienes raíces, Roger Khafif y otros socios. Ventura dijo que fue invitado a la reunión como representante de ventas de Khafif.

Donald Trump y Alexandre Ventura en Mar-a-Lago en 2008. Cortesía de Ventura.

La entrevista con Ventura tuvo lugar en una ciudad europea; Ventura acordó reunirse con NBC News junto con Reuters, pero solicitó que la ubicación específica permanezca sin revelar y usar un disfraz para aparecer frente a la cámara.

Ivanka Trump, ahora asesora principal del presidente Donald Trump, no respondió a las solicitudes de comentarios sobre su participación en el proyecto, y refirió las preguntas a la Organización Trump. En un comunicado, la compañía se distanció de Ventura y del proyecto de Panamá.

"La Organización Trump no era la propietaria, promotora inmobiliaria o vendedora del proyecto Trump Ocean Club Panamá", indicó el comunicado. "Debido a su papel limitado, la empresa no era responsable del financiamiento del proyecto y no tenía participación en la venta de unidades ni en la retención de agentes inmobiliarios".

La declaración continuó diciendo que la compañía no tiene ninguna relación con Ventura, ni conocimiento de ninguna acusación contra él.

'Bebé de Ivanka Trump'

Pero Ventura dice que la familia Trump, e Ivanka en particular, se involucraron en los detalles del Trump Ocean Club, y que ella interactuó mucho con él.

Ivanka Trump aparece en un video promocional del Trump Ocean Club, realizado en 2011, en el que elogia "las hermosas cubiertas de la piscina" y "nuestro spa de 10,000 pies cuadrados".

"Buenos días", dice ella en el video. "Hola, soy Ivanka Trump. Bienvenido al Trump Ocean Club International Hotel and Tower, Panamá, que se eleva 70 pisos por encima de la resplandeciente Bahía de Panamá. Nos hemos inspirado en la belleza que nos rodea para crear un nuevo punto de referencia para Panamá ". Continúa hablando de detalles como la" paleta de colores tropicales " y los detalles de las cabeceras de las camas en las habitaciones.

Ivanka Trump y Alexandre Ventura en la Torre Trump de Nueva York en 2006. Cortesía de Ventura.

"La Organización Trump tiene que aprobar todo por tener su nombre en el proyecto", dijo Ventura, describiéndolo como el "bebé" de Ivanka Trump.

De acuerdo con el prospecto de titulares de bonos del Trump Ocean Club, se proyectaba que Donald Trump obtendría $ 74.2 millones del proyecto para fines de 2010. Los formularios de divulgación que Trump presentó ante la Oficina de Ética Gubernamental muestran que continúa ganando honorarios por gestión y regalías del Trump Ocean Club. En los últimos tres años, muestran los documentos, le pagaron hasta $ 13.9 millones.

Global Witness, un organismo sin fines de lucro que lucha contra la corrupción y que a menudo critica a las empresas y sus conexiones con funcionarios del gobierno, dijo que Panamá le ofreció a Donald Trump una nueva forma de ganar dinero en un momento en que sus negocios tenían dificultades. (Sus casinos se declararon en bancarrota en 2004). El grupo publicará los resultados de su investigación del Trump Ocean Club el viernes.

"A mediados de la década de 2000, Panamá era conocida como un punto de acceso al lavado de dinero", dijo Patrick Alley, cofundador de Global Witness. "En ese momento las empresas Trump estaban en graves problemas. Cambiaron su modelo comercial para otorgar su nombre y su marca a los proyectos inmobiliarios de otras personas, y muy a menudo estos serían promotores inmobiliarios sin experiencia, personas de bajo perfil que necesitaban un nombre para vender sus proyectos. Así que Trump entraría en un acuerdo de licencia, lo que significaba que no invertía nada, pero podía sacar provecho de ello".

Ventura estima que su compañía, Homes Real Estate Investment & Services, vendió de 350 a 400 unidades, alrededor de $ 100 millones en propiedades. Afirma que fue un vendedor tan eficaz que fue invitado a una celebración en 2008 en la propiedad de Trump en Florida, Mar-a-Lago. Ventura proporcionó fotografías de él mismo con Donald Trump en el evento, y otras fotografías de él con Ivanka, Eric Trump y Donald Trump Jr.

Vínculos con el narcotráfico

Ventura dijo que los Trump nunca preguntaron por sus clientes, las personas que estaban comprando las unidades de condominios, y él nunca les contó. Para citar un ejemplo, afirma que vendió siete de 10 unidades en el Trump Ocean Club a un hombre llamado David Murcia Guzmán, fundador de una gran empresa de comercialización colombiana.

Guzmán se encuentra ahora bajo la custodia de Estados Unidos, a la espera de su extradición a Colombia luego de ser declarado culpable por un tribunal federal estadounidense de lavado de dinero para cárteles de la droga, incluso a través de bienes raíces. Según un informe de noticias colombiano, citando a la policía, Guzmán también tenía vínculos financieros con las FARC, una guerrilla catalogada por el Departamento de Estado como un grupo terrorista.

Guzmán no es el único vínculo que conecta el tráfico de drogas con el Trump Ocean Club. Uno de los primeros inversores en el proyecto fue un hombre llamado Louis Pargiolas. En 2009, se declaró culpable en un tribunal federal en Miami de conspiración para importar cocaína.

Ventura afirma que aproximadamente la mitad de las unidades que vendió en el Trump Ocean Club fueron para los rusos. Para tratar con ellos, Ventura entró en negocios con varios corredores de bienes raíces de habla rusa, que admite que han tenido un pasado dudoso, incluido uno llamado Stanislav Kavalenka.

De acuerdo con documentos judiciales de Ontario, Kavalenka fue acusado en Canadá de una serie de delitos, incluyendo "obligar" y "procurar" a mujeres para prostituirse. El caso fue retirado cuando las dos mujeres no comparecieron ante el tribunal para presentar pruebas en su contra.

Otro inversor en la empresa de Ventura era Arkady Vodovozov. Según los archivos judiciales citados por Reuters, fue declarado culpable de secuestro en Israel. Un tercer representante de la firma de corretaje, descrito por Ventura como un comprador ocasional en el Trump Ocean Club, era Igor Anapolskiy, según documentos judiciales ucranianos. Fue declarado culpable en septiembre de 2014 por un tribunal en Ucrania de falsificar documentos de viaje, de acuerdo con Global Witness.

La identidad de todos los compradores y vendedores de las unidades del edificio es difícil de descubrir, sin embargo, debido a que muchas de las unidades fueron compradas y vendidas a través de empresas fantasmas anónimas, según documentos de la oficina panameña de registros públicos. Ventura dice que montó cientos de esas corporaciones, cobrando aproximadamente $ 1,000 cada una.

Ceballos, quien dice que investigó transacciones relacionadas con el Trump Ocean Club durante su período como fiscal anticorrupción en Panamá, describe el edificio como un imán para el crimen organizado internacional, particularmente de Rusia.

"La mayoría de las ventas de este edificio no fueron para los residentes locales, sino para los extranjeros", dijo. "Compraron inicialmente como una inversión, sabiendo que una vez que se construía el edificio podrían legalizar su dinero".

"Pudimos descubrir que personas con algún tipo de historial criminal adquirieron apartamentos allí", agregó.

Ceballos dijo que la aplicación laxa de la ley en Panamá facilitó el lavado de dinero. Para lavar dinero, dijo, los compradores que usan corporaciones anónimas traerían dinero sucio a Panamá, a menudo en efectivo, lo usarían para comprar bienes raíces sin preguntas, venderlo y depositar los ingresos en bancos locales, que aceptarían los fondos, también sin hacer preguntas.

Las compras de bienes raíces, dice Ceballos, fueron únicamente una forma de llevar el dinero a los bancos y al sistema financiero global; pocos compradores tenían la intención de vivir en los condominios.

Luces apagadas y pasillos vacíos

Durante una reciente visita de NBC News, el Trump Ocean Club parecía estar en gran parte vacío, y no había prácticamente nadie en los restaurantes por la noche. Los pasillos estaban desiertos en general. Las luces estaban apagadas en muchas de las unidades después del anochecer. Ventura dijo que la mayoría de sus clientes nunca tuvieron la intención de vivir en el Trump Ocean Club.

Miguel Antonio Bernal, profesor de derecho constitucional en la Universidad de Panamá y activista contra la corrupción, dijo que muchos edificios en la ciudad de Panamá se construyeron específicamente para ser vehículos de lavado de dinero; Trump Ocean Club se ajusta al molde.

"Hay más de 500 edificios como este", dijo. "Pero este - la diferencia de este - es que este tiene el nombre del actual presidente de los Estados Unidos. Y él mantiene el nombre aquí ".

Ventura ahora vive bajo un nuevo nombre, al igual que otros dos corredores de bienes raíces que solían vender los condominios del edificio. Dijo que admira al presidente Trump y que no se considera un detractor o acusador. Y afirma que su trabajo era simplemente vender y no hacer preguntas. En cuanto a Trump y su conocimiento de lo que ocurría en Panamá, dijo: "Podría ser que no quisiera saberlo ... Creo que él no sabía".

Sarah Chayes, una experta en corrupción que trabaja con un grupo de abogados tratando de presentar un caso no relacionado contra el presidente por violar la cláusula de los Emolumentos de la Constitución, dijo que era preocupante que la Organización Trump pareciera no prestar atención a los oscuros antecedentes de sus socios y clientes.

"Cualquiera que piense que los miembros de las FARC, los narcotraficantes, los oligarcas rusos que han saqueado su propio país, representan socios comerciales normales", dijo, "no comprende del todo el sistema de libre empresa que creo que es central para un Estados Unidos sano".