IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

El bar mexicano que desde el terremoto es un colegio en las mañanas

El Coco Bongo atiende a 35 niños que se quedaron sin escuela en Juchitán.

de tarde es un bar y de mañana es escuela; la idea alrededor de este local del municipio mexicano de juchitán surgió para que los niños no siguieran ociosos y el trauma no supusiera más consecuencias tras el sismo que no solo dejó 358 víctimas mortales, destruyó viviendas, sino que también dañó más de 1.140 escuelas de la región y dejó sin clases a miles de pequeños. solo en ciudad de méxico hay 32 escuelas que aún no pueden volver a abrir sus puertas según la secretaría de educación de la ciudad de méxico.

para intentar que los niños no vean sus rutinas tan violentadas por el sismo, los adultos se las han estado ingeniando para que continúen aprendiendo. durante los primeros días post-terremoto hubo clases hasta en la calle. ahora el coco bongo, un restaurante-bar se ha venido a escuela. comenzó con 18 alumnos y ahora alberga a 35 niños y niñas de 5 a 12 años, quienes toman clases en el patio del negocio.

la que podría llamarse "escuela multigrado" comenzó a funcionar un mes después del primer gran terremoto de magnitud 8,2 en la escala de richter que sacudió esta localidad del sur del país el pasado 7 de septiembre.

carlos antonio lópez, propietario del negocio, admite que la idea inicial fue de su esposa, nelmi roselis trejo, quien estaba preocupada porque sus dos hijos solo veían televisión, jugaban y tenían mucho tiempo dedicado al ocio. "primero pensó en contratar maestros para los niños y luego dijo que podrían ayudar a los demás pequeños sin clases ni escuela" cuenta.

"pedimos el apoyo de vecinos, solicitamos maestros por internet y tuvimos respuesta. a un mes del terremoto ya estábamos trabajando con ellos, teníamos el espacio, las mesas, las sillas y el deseo de ayudar," indicó trejo, que administra la escuela y prepara el desayuno para los pequeños, cuyos padres aportan 5 pesos (0,26 dólares) por alumno.

el "salón de clases" es un espacio abierto de 10 metros de largo por 8 de ancho, con techo de lámina, dos paredes de concreto y una barda de madera con plástico.

está rodeado de plantas de ornato y posee un pizarrón, 30 sillas de madera y 10 mesas. más allá están los baños y a un lado la cocina.

ahí se sientan según van llegando los alumnos de diversas edades y grados escolares que vienen de escuelas privadas o públicas y que siguen sin clases desde hace dos meses tras derrumbarse sus salones.

guadalupe garcía, madre de dos niñas de 10 y 11 años inscritas en la escuela pública daniel c. pineda -ya demolida-, señala que siguen esperando que la dirección les avise del inicio las clases en las aulas provisionales que está construyendo el gobierno federal.

hasta entonces, lleva a sus hijas al coco bongo para que comiencen a recuperar su ritmo y sus clases.

el propietario del bar apunta contundente a quienes critican que cobren: "uno ayuda con lo que tiene y ponemos nuestro apoyo y hasta nuestro dinero porque pedimos 5 pesos de cooperación por niño para el desayuno y no alcanza, pero ya nos metimos en esto y no nos vamos a rajar".

agrega que cuentan con una maestra de educación básica, un maestro de inglés, un psicólogo y un maestro de pintura, a quienes quieren conservar incluso después de que termine la emergencia con un proyecto nuevo; ofrecer lecciones de arte, música, pintura, danza, guitarra y regularización de clases por las tardes.

mientras tanto, evelyn de jesús carrasco, psicóloga que brinda las clases, con una experiencia de cinco años en la docencia con niños de preescolar, señala que se ha ido acoplando a los pequeños y aprendiendo de ellos.

"mi centro de trabajo se dañó, los dueños cerraron y se fueron y el personal quedó desempleado. me enteré por facebook que necesitaban un maestro y de inmediato me presenté", comenta. la tragedia "es un proceso difícil para los niños y debemos mantener su mente trabajando", señala.

el trabajo por volver a la normalidad continúa. el gobierno de ciudad de méxico rehabilitará 422 escuelas afectadas, por un importe de 150 millones. el gobierno central tiene habilitada una página para verificar si los colegios de las zonas afectadas han regresado a clase.