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Cómo afecta a Trump la derrota republicana en las elecciones del martes

Los demócratas han vencido en Nueva Jersey y Virginia. ¿Significa eso que en 2018 lograrán bloquear a Trump en el Congreso?
Trump, durante su visita este miércoles a la Ciudad Prohibida de Beijing.
Trump, durante su visita este miércoles a la Ciudad Prohibida de Beijing.AP / AP

Los demócratas ganaron gran parte de las elecciones más notables celebradas este martes, pero quizá su victoria más importante se produjo allí dónde perdieron o pudieron haber perdido. Heridos aún en el ánimo y las instituciones por la inesperada derrota de Hillary Clinton en los comicios presidenciales de hace un año, la clave de bóveda de su futuro y de la política estadounidense en general pasa por recuperar el control del Congreso en otoño de 2018. Y para eso, necesitan ganar donde el ahora presidente, Donald Trump, se impuso. A tenor de lo sucedido anoche, puede que vayan por el buen camino.

En Virginia gobernaba ya un demócrata, Terry McAuliffe, desde 2014, y en las elecciones presidenciales Clinton se impuso a Trump con el 50% de los votos. Esa ventaja aumentó ayer: Ralph Northam, un medico y veterano del Ejército, derrotó a Ed Gillespie con la mayor ventaja en décadas en esta elección a gobernador (logró el 54% de los votos). Gillespie, además, polarizó su campaña con temas raciales y de inmigración que le valieron la consideración de candidato en la línea de Trump, aunque el presidente se apresuró a distanciarse de él cuando se confirmó su derrota. Quizá el trumpismo no funcione sin Trump, quizá Virginia no fue el mejor lugar para intentarlo: los republicanos pueden perder la Cámara de Delegados, donde tenían antes de ayer una ventaja de ¡17 escaños!

En Nueva Jersey gobernaba un republicano, Chris Christie, polémico en sí mismo y defensor en numerosas ocasiones del presidente, pero allí también se impuso Clinton en las presidenciales, con el 55% de los votos. Ayer ganó un demócrata, Philip D. Murphy, antiguo ejecutivo financiero, que derrotó al número dos de Christie, Kim Guadagno, con el 56% de los votos, en unas elecciones que los republicanos habían dado ya por perdidas.

Algo similar podría haber ocurrido en Utah: el republicano Jason Chaffetz ganó su asiento en la Cámara de Representantes por el tercer distrito en 2010, 2012 y 2014 con más del 70% de los votos. Retirado Chaffetz para convertirse en analista en Fox News, su relevo conservador, John Curtis, ganó ayer, pero con el 58% de los votos. Eso sí, los demócratas, que no sólo no dieron por perdida la carrera sino que invirtieron fuertemente en su candidata, Kathie Allen, sólo lograron el 27%, prácticamente igual que en 2016. En las elecciones presidenciales, Trump logró el 45% de los votos en Utah; Clinton se quedó en el 27%

En Maine se votaba otro asunto profundamente vinculado con Trump: la expansión de Medicaid de acuerdo con el Affordable Care Act impulsado por el ex presidente Barack Obama y dinamitado por el actual inquilino de la Casa Blanca. Vetada por el gobernador, el republicano Paul LePage, los ciudadanos de Maine han decidido que sí quieren ampliar este programa de salud. Clinton se impuso en voto popular en 2016 por una estrecha ventaja, y Trump ganó uno de los dos votos electorales por distrito.

En el estado de Washington también ganó Clinton, con el 52% de los votos, pero el Senado sigue en manos republicanas. Los demócratas lideran sin embargo el recuento para recuperar el control de esta cámara, la única en manos conservadoras de toda la Costa Oeste.

El año que viene se renuevan los 435 asientos de la Cámara de Representantes y al menos 33 de los 100 escaños del Senado. Además, se elegirá a 36 gobernadores y varios parlamentos estatales. El Partido Republicano tiene ahora 52 senadores, es decir, si perdiera tres el control pasaría a los demócratas. En la Cámara de Representantes, su ventaja es de 44 asientos. En 2010, recién elegido Obama, los republicanos se hicieron con la Cámara de Representantes; en 2014, consiguieron también el Senado. En 2006, gobernando el republicano George W. Bush, los demócratas se hicieron con el Congreso.