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Funcionarios cubanos niegan categóricamente culpa por dolencias de diplomáticos de EEUU

En una entrevista exclusiva con NBC News, funcionarios de alto rango describieron la investigación que realizaron y dicen no tener evidencia de lo que EEUU acusa.

LA HABANA - En una entrevista exclusiva con NBC News, funcionarios cubanos negaron enérgicamente que su gobierno fuera culpable de las misteriosas dolencias que han afectado a dos docenas de diplomáticos estadounidenses y han sumido las relaciones con EEUU en una crisis.

El presidente Donald Trump culpó públicamente al gobierno de La Habana por los problemas de salud, que van desde pérdida de audición y náuseas hasta trastornos de memoria y lesiones cerebrales traumáticas leves. Pero los cubanos que lideran la investigación lo rechazaron enfáticamente.

"Puedo garantizarle que eso es completamente falso", dijo el coronel Ramiro Ramírez, jefe de seguridad diplomática del Ministerio del Interior cubano, a NBC News, en una entrevista exclusiva.

Los funcionarios estadounidenses creen que se utilizó algún tipo de arma sónica para atacar a dos docenas de empleados y sus familiares de la embajada entre el otoño de 2016 y agosto, pero los cubanos afirman que ni siquiera tienen esa tecnología, y los expertos estadounidenses dicen que no conocen de tecnología que produciría los síntomas reportados.

"Cuba nunca ha producido este tipo de armas", dijo el teniente coronel Jorge Alazo, jefe de la división criminal del Ministerio del Interior.

Casa en La Habana donde reside uno de los estadounidenses afectados. Foto de NBC News.

El Departamento de Estado retiró al 60 por ciento de sus empleados de la embajada en La Habana hace tres semanas y poco después expulsó a 15 diplomáticos cubanos de Washington, o sea, casi dos tercios del personal.

El secretario de Estado Rex Tillerson dijo que "la decisión se tomó debido a que Cuba no adoptó las medidas adecuadas para proteger a nuestros diplomáticos".

Los cubanos, que dieron el extraordinario paso de invitar al FBI a La Habana cuando Estados Unidos informó por primera vez de los incidentes, dijeron que están haciendo todo lo posible para descubrir qué hay detrás de las dolencias.

"Esta investigación ha involucrado a casi 2,000 personas", señaló Ramírez, "incluyendo agentes de la ley y los mejores científicos de nuestro país".

Han examinado habitaciones en dos hoteles donde vivía el personal de la embajada estadounidense, recorrieron un vecindario donde muchos tenían hogares, entrevistaron a 300 vecinos y realizaron docenas de exámenes médicos para ver si otros fuera del personal diplomático se vieron afectados.

El médico cubano Manuel Villar le dijo a Andrea Mitchell que ninguno de los vecinos de los estadounidenses se enfermó. Foto de NBC News.

"Ni una sola persona estaba enferma", afirmó el Dr. Manuel Villar. Señaló, sin embargo, que EEUU se ha negado a compartir los records médicos de los diplomáticos o que los cubanos hablen con los doctores en EEUU que los atendieron. Los cubanos también dicen que el Departamento de Estado no les ha permitido entrar a los hogares de los diplomáticos de los Estados Unidos para realizar pruebas.

Los cubanos tomaron además muestras de aire y suelo, analizaron si insectos podrían ser los responsables de las dolencias y consideraron una gama de sustancias químicas tóxicas y la posibilidad de ondas electromagnéticas, dijeron los funcionarios.

Pero desde la perspectiva cubana, hasta ahora nada ha explicado por qué los diplomáticos estadounidenses comenzaron a sufrir síntomas de salud, algunos de ellos después de lo que se ha descrito como disturbios acústicos.

"No hemos podido encontrar nada para probar que esta situación existe o existió alguna vez", dijo Alazo.

Existe un audio de los extraños y agudos sonidos que supuestamente escucharon algunos de los diplomáticos, pero un documento entregado a NBC News por los cubanos dice que la grabación no captó "niveles acústicos dañinos para la salud".

Y expertos estadounidenses aseguran que no conocen ninguna tecnología que pueda explicar los síntomas.

"Nunca ha habido ningún tipo de respuesta fisiológica que refleje los síntomas que se han informado que hayan sido causados ​​por ondas de sonido de cualquier tipo", afirmó Joe Pompei, un antiguo investigador del MIT que es fundador y presidente de Holosonics, una empresa tecnología de sonido.

"A menos que tuvieran transductores en la bañera y los diplomáticos sumergieran sus cabezas durante mucho tiempo, simplemente no es posible", agregó.

A pesar de la intensa investigación de Cuba y las negaciones apasionadas de responsabilidad, el episodio ha dañado las relaciones con Estados Unidos solo dos años después de que la administración Obama las restableció.

En una sesión informativa cerrada para miembros del Congreso, el gobierno no señaló con el dedo a Cuba, dijeron funcionarios de EEUU. Pero Trump sí ha culpado a los cubanos al menos dos veces.

"Hicieron algunas cosas malas", dijo a fines de septiembre cuando el Departamento de Estado comenzó a reducir personal. Dos semanas después, dijo a los periodistas: "Creo que Cuba es responsable. Yo sí lo creo".

En La Habana, los funcionarios cubanos rechazan las especulaciones de que los partidarios de la línea dura de la isla comunista orquestaron ataques en un intento de congelar el mejoramiento de las relaciones entre los dos países.

En cuanto a la posibilidad de que un tercer país, como Rusia, quisiera causar problemas, Ramírez dijo: "Todavía no tenemos respuestas definitivas, pero Cuba nunca permitió, ni permitiremos, que nuestro territorio sea utilizado de esta manera".