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Corte deshereda a esposa por mensaje de texto no enviado

Como resultado de la decisión del tribunal el hermano y el sobrino de un hombre que se suicidó se convirtieron en sus legítimos herederos.

Una Corte Suprema en Australia dictaminó que un mensaje de texto nunca enviado por un hombre de 55 años, poco antes de quitarse la vida, sea tratado como testamento, desheredando a su ex esposa e hijo.

Como resultado de esta decisión del tribunal en Brisbane, capital del estado de Queensland, el hermano y el sobrino del hombre se convirtieron en sus legítimos herederos. La ex esposa e hijo quedaron sin derechos sobre los ahorros o activos del difunto.

El mensaje en cuestión fue redactado por el hombre para enviarlo a su hermano, pero no salió del teléfono antes de su muerte, en octubre de 2016. 

"Tú y (nombre del sobrino) te quedas con todo lo que hay en casa y la pensión, echa mis cenizas en el jardín de atrás de la casa... [nombre de la esposa] sólo se lleva sus cosas, ella volvió otra vez con su ex. Estoy lastimado. Hay un poco de dinero en efectivo detrás de la TV y un poco en la cuenta del banco, el pin de la tarjeta es... Esa es mi voluntad", decía el mensaje-testamento publicado por el International Business Times. 

El texto contenía, además de los detalles bancarios del hombre, explicaciones de cómo quería que sus cenizas fuesen enterradas en el patio, después de que su cuerpo fuera cremado.

Dado que el mensaje nunca fue enviado y nadie sabía de su existencia, hasta que un amigo del difunto lo descubrió en su teléfono, la esposa del hombre retuvo el derecho de administrar el patrimonio. La defensa de la esposa alegaba en corte que el hecho del mensaje nunca había sido enviado lo dejaba sin valor. 

De acuerdo con el sitio web del gobierno australiano, Victoria Legal Aid, para que la voluntad de alguien sea válida, se requiere firmarla en presencia de dos testigos. Los testigos deben además firmar el documento en presencia del testador. 

Sin embargo, según Christine Smyth, presidenta de la Sociedad de Derecho de Queensland y especialista en sucesiones, la ley se modificó en 2006 para permitir documentos menos formales se acepten como testamentos.

Por lo tanto, aunque el mensaje no cumplía con las reglas convencionales requeridas para que fuera declarado válido como testamento, el juez del Tribunal Supremo hizo una excepción debido a las palabras "mi voluntad", escritas por el fallecido.

Las precisas referencias a su jubilación y propiedades también pesaron para determinar que el hombre sabía bien lo que estaba haciendo.

Otro elemento considerado por la Corte contra los intereses de la esposa fue la problemática relación entre ella y el difunto. La pareja tuvo varios periodos de separación, el último de ellos, días antes del suicidio, dijo la jueza Susan Brown.

Al considerar el mensaje como voluntad del fallecido, la jueza también excluyó del testamento al hijo, que tampoco mantenía una relación muy estrecha con su padre.