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Kelly llama a Tillerson a la Casa Blanca ante la furia de Trump

Kelly convocó a Tillerson, y al secretario de Defensa, James Mattis, a la Casa Blanca tras la publicación de las críticas del secretario de Estado al presidente Trump.
TILLERSON DESMIENTE SU RENUNCIA COMO SECRETARIO DE ESTADO EN RUEDA DE PRENSA
El secretario de Estado de EE.UU, Rex Tillerson, comparece en el Departamento de Estado de Washington (Estados Unidos) el 4 de octubre de 2017. Tillerson desmintió las informaciones sobre su renuncia como secretario. EFE/Michael ReynoldsEFE / EFE

El secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, canceló abruptamente el miércoles sus planes de viajar junto al presidente Donald Trump en un intento por contener la furia de su jefe y manejar las consecuencias sobre las tensiones entre el mandatario y el secretario de Estado, Rex Tillerson, de acuerdo a seis altos funcionarios de la administración.

Kelly convocó a Tillerson, y a su aliado, el secretario de Defensa, James Mattis, a la Casa Blanca, donde los tres se reunieron para buscar el camino a seguir tras las últimas revelaciones sobre las citadas tensiones entre Trump y Tillerson, después de que se conociera que Tillerson tras varios episodios de desacuerdo con Trump llegó a calificarle de "idiota" en un momento en el que se desahogó con sus colegas tras la  celebración de un consejo de seguridad nacional en el Pentágono el pasado 20 de julio, tal y como manifestaron a NBC News tres funcionarios de la administración Trump.

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La Casa Blanca quiso minimizar la decisión de Kelly de permanecer en Washington y no acompañar a Trump en su viaje a Las Vegas apuntando que la decisión fue tomada para llevar a cabo su trabajo diario. 

Las tensiones llegaron a un punto crítico cuando el presidente Donald Trump pronunció un discurso politizado a finales de julio a los Boy Scouts of America, una organización que Tillerson dirigió una vez, agregaron.

Por su parte, el vicepresidente, Mike Pence, de viaje en Phoenix, también se mostró enfurecido con la situación, tal y como expresaron siete funcionarios a NBC News. El y Tillerson hablaron por teléfono antes de la comparecencia pública del secretario el miércoles por la mañana.

Pence enfureció al conocer la información de que el principal portavoz de Tillerson cuestionó en una ocasión en privado el valor de Nikki Haley, embajador de Estados Unidos ante las Naciones Unidas. Varios funcionarios sostuvieron al respecto que el portavoz R.C Hammond, se inventó la anécdota de que Pence le había preguntado a Tillerson en una reunión que si Haley, visto como posible sucesor de Tillerson, es útil o perjudicial para la administración. 

NBC informó este miércoles de que Tillerson amenazó con dimitir el pasado mes de julio tras una serie de enfrentamientos con el presidente, y que incluso en un momento en el que aireaba a sus colegas sus frustraciones llegó a calificar al presidente Trump de “idiota”, de acuerdo en ese momento a varios altos funcionarios de la administración.

NBC News, de acuerdo a cuatro altos funcionarios de la administración, apunta que Trump se enteró de que Tillerson lo había menospreciado este mismo miércoles. El presidente habló entonces con Kelly obligándole a abortar sus planes de viaje con él a Las Vegas para reunirse con algunas víctimas y con los primeros agentes que respondieron al tiroteo masivo del pasado domingo contra los asistentes a un concierto de música country al aire libre en el strip de Las Vegas.

Nada más conocer la noticia de Tillerson, Trump se reunió durante dos horas en la Casa Blanca con Kelly e incluso salió hacia Las Vegas veinte minutos más tarde de lo previsto.

Tillerson se apresuró a preparar una declaración, mientras que su portavoz se disculpaba públicamente por sus comentarios sobre Pence y Haley, apuntando que estaban fuera de lugar sobre conversaciones de las que no estaba al tanto.

Tillerson elogió en su declaración al presidente Trump e insistió en que nunca consideró renunciar del cargo, pero lo que no dijo es lo que más enfureció al presidente Trump, de acuerdo a funcionarios.

El hecho de que el secretario no negara en su declaración que había llamado “idiota” al presidente y sus respuestas a las preguntas de los periodistas fue lo que al parecer alimentó la ira de Trump y amplió la brecha entre ambos, de acuerdo siempre a funcionarios del gobierno. 

En la Casa Blanca, particularmente en la oficina de Pence, se ve a Hammond como una persona poco fiable. No está claro si permanecerá en su puesto, de acuerdo a tres funcionarios de la administración.

Pence estaba “muy molesto de que alguien pudiera tergiversar lo que dijo, particularmente en reuniones privadas”, dijo un funcionario de la Casa Blanca.

Esa misma fuente dijo que el miércoles funcionarios de la Casa Blanca hablaron con colegas del Departamento de Estado para dejar claro que el comentario de Hammond era “falso” y necesitaba ser corregido.

Dichas revelaciones llegaron después de que Tillerson dijera el pasado fin de semana que Estados Unidos hablaría con Corea del Norte.

Funcionarios del Departamento de Estado trataron de comunicarse con Tillerson durante su viaje de Pekín a Japón en pleno vuelo, algo que no fue posible, según fuentes. El secretario y su equipo no quisieron emitir una aclaración, por lo que se alimentaron aún más las tensiones con la Casa Blanca, según agregó un funcionario del gobierno.

Trump, a través de Twitter, le dijo a Tillerson que no perdiera el tiempo tratando de negociar con el régimen norcoreano.

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