El huracán María ha atravesado en las últimas horas la isla de Puerto Rico causando daños catastróficos. Toda la isla ha quedado sin servicio de electricidad y se reportan severas inundaciones en amplias zonas del territorio de 3,4 millones de habitantes.
El gobernador, Ricardo Roselló, ha decretado toque de queda desde las seis de la tarde, hora local, en busca de garantizar el orden. También le pidió al presidente, Donald Trump, que declare la isla zona de desastre, para abrir camino así a la ayuda federal.
María tocó tierra el miércoles en las primeras horas de la mañana en la localidad costera de Yabucoa con categoría cuatro y vientos de 155 millas por hora, dejando hasta 20 pulgadas de agua. Es el peor huracán en 80 años y arribó en momentos en que la isla buscaba recuperarse de una severa crisis económica.
“Una vez que logremos salir, vamos a encontrar nuestra isla destruida”, señaló Abner Gómez, director de manejo de emergencias. “La información que hemos recibido no es alentadora. La tormenta ha destruido todo en su camino”.
Numerosos videos publicados en redes sociales muestran violentos desbordamientos de ríos, automóviles sumergidos, personas intentando vadear aguas a la altura del pecho y edificaciones severamente dañadas.
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Todavía no hay reportes por el momento de muertos o lesionados. Más de 11.000 personas se encuentran en refugios, y se espera que la cifra aumente. Al menos uno de los refugios, el Coliseo Roberto Clemente de San Juan, sufrió una rotura en su techo, lo que llevó a desalojar a unos 300 refugiados.
Se reportaron algunos saqueos en establecimientos de la capital boricua.
Félix Delgado, alcalde de la ciudad costera Cataño, dijo a la agencia de noticias Associated Press que el 80% de las 454 casas en una comunidad pesquera conocida como Juana Matos estaban en ruinas.
Varias localidades continúan incomunicadas. Se reportaron además fallos de generador eléctrico en dos hospitales en Bayamón, y algunos pacientes fueron trasladados a otros centros hospitalarios.
El ojo del huracán salió al mediodía del territorio puertorriqueño y la tormenta ha perdido fuerza. Ahora con categoría 2 se aproxima ahora a República Dominicana. Cerca de 4.000 turistas en el balneario de Punta Cana, en el este de la isla, fueron evacuados a la capital.
María no representa una amenaza inminente para el territorio continental de Estados Unidos.