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“La situación es terrible. Casi no se ha logrado sacar a ningún vivo acá”

Ciudadanos se ofrecen voluntarios para recoger escombros y buscar supervivientes en una ola de solidaridad tras el sismo en Ciudad de México

Elizabeth Pérez, 35 años, escuchó la alerta sísmica cuando la tierra ya estaba temblando. Aun así, ella y su pareja tuvieron el tiempo suficiente para salir del edificio de la Colonia del Valle donde ambos laboran. No todos sus vecinos tuvieron la misma suerte. Tres construcciones localizadas a escasos metros de distancia se vinieron abajo en cuestión de minutos.

Ya de madrugada se desplomó otro. Todas eran viviendas. Desde las tres de la tarde del lunes hasta las cinco de la madrugada de hoy, esta psicóloga y maestra de yoga originaria del Estado de México ha estado trabajando junto a decenas de personas para remover escombros, buscar supervivientes y atenderlos. “La situación es terrible. Casi no se ha logrado sacar a ningún vivo acá”, explica Pérez a Telemundo. “Yo he visto a más de 20 muertos. Ayer sacaron a alguien a las cinco así que seguimos trabajando”, añade.

Pérez asegura que en la zona del Valle hacen falta picos, palas, guantes, cascos, penicilina, antibióticos, oxígeno y material de curación. “Hay gente que sigue atrapada y la medicina es super importante. Se están pidiendo penicilina y medicamentos que contrarrestan la inflamación de los cuerpos por el aplastamiento”.

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Victoria Ferrero, de 33 años, también está colaborando con las brigadas de rescatistas desde ayer y asegura que hay mucha gente trabajando, pero falta organización. “Hay mucha confusión respecto a lo que hace falta. Estoy asustada todo es horrible, pero estamos viendo cómo colaborar, queremos sentir que uno sirve para algo en este momento”, señala la psicóloga, originaria de Argentina.

Ferrero estuvo ayer en la Colonia Roma en la calle de Medellín esquina con Viaducto y en la del Valle, en la intersección de Mancera y Eje 5, e indica que por el momento hay víveres suficientes, pero que se necesita gente que la mueva a centros en donde escasea. “También se necesita a gente que ayude a organizar las medicinas que van llegando”, agrega.

Tanto Pérez como Ferrero forman parte de los cientos de ciudadanos que desde ayer se mantienen al pie del cañón ayudando en lo que pueden y comunicando continuamente lo que sucede en las zonas afectadas a través de sus redes sociales. En los videos publicados por Pérez en la red social Facebook se puede apreciar cómo las personas colaboraron durante toda la noche y la madrugada.

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Desde el acceso a una conexión de internet para comunicarse con familiares, hasta la oferta de camas y lugares donde dormir. En la redes sociales se comprueba esta ayuda desinteresada:

Un video que muestra a diversos motociclistas trasladar a paramédicos a zonas inaccesibles para ambulancias es otro ejemplo de lo anterior. “Tienen en el cielo asegurado carajo”, dice el autor de la cuenta dónde se publica la grabación.

También a través de Twitter se ha ofrecido apoyo psicológico y brigadas de voluntarios para acudir inmediatamente a sitios afectados.

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