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Carta abierta de un dreamer al presidente Trump

El joven activista Juan Escalante le pide al presidente Trump que mantenga el programa DACA, que ha beneficiado a casi un millón de personas.

Noticias Telemundo reproduce, por su interés, la carta abierta traducida al español que el dreamer Juan Escalante escribió al presidente Donald Trump. 

"Estimado Presidente Trump:

Mi nombre es Juan Escalante. Vivo desde hace tiempo en la Florida, soy el mayor de tres hermanos, y me he graduado dos veces de la Universidad Estatal de la Florida. También soy un inmigrante indocumentado que se considera estadounidense en todos los sentidos, menos en uno: en papel.

Mi familia y yo llegamos a Estados Unidos en 2000, poco después de que Hugo Chávez se convirtiera en presidente de Venezuela. Mis padres pudieron prever el caos actual que agobia a la nación rica en petróleo, por lo que dejaron su familia, sus pertenencias y su hogar a cambio de la oportunidad de lograr el sueño americano.

Sin embargo, las esperanzas de mi familia de llegar a ser ciudadanos estadounidenses se esfumaron en 2006, cuando descubrimos que nuestro abogado de inmigración manejó mal nuestro caso. No importa que mi familia gastara seis años y miles de dólares esperando en la infame "fila" donde se les dice a menudo a los inmigrantes que se coloquen - una fila que en realidad no existe.

Tampoco importó que mis padres hubieran empezado a construir un negocio propio, pagado impuestos y enviado a mí y a mis hermanos menores a la escuela pública en Miami-Dade y el condado de Broward. No. Lo único que le importaba al gobierno era que mi familia tenía que ser deportada debido a que nos faltaban par de papeles.

En 2007, después de ver a mi madre llorar dentro de una oficina de admisiones en la Universidad Internacional de la Florida cuando descubrió que nuestro estado migratorio significaba una carga financiera para pagar mi educación, me convertí en activista de inmigración.

Durante los últimos diez años, he defendido sin temor y sin recelo los derechos de la comunidad de inmigrantes. He ayudado a organizar sentadas dentro de las oficinas del Congreso en apoyo del Dream Act, una legislación que permitiría a los jóvenes inmigrantes como yo ajustar nuestro estatus.

He recopilado cientos de miles de firmas que denuncian la postura de usted sobre la inmigración, una clara expresión de mi derecho a la libertad de expresión de la Primera Enmienda. Y he presionado en favor de la matrícula estatal para estudiantes indocumentados en la Florida, un esfuerzo que ganó el reconocimiento personal del Gobernador de Florida Scott en 2014.

Estoy orgulloso de mi trabajo como activista en favor de la inmigración, principalmente porque me ha permitido superar mi miedo a ser deportado, pero también porque me ha permitido ayudar a las familias en Estados Unidos a que lidien con la ansiedad y la depresión que produce ser indocumentado.

Sin embargo, estoy aún más orgulloso de los obstáculos que he podido superar como inmigrante indocumentado.

El Programa de Acción Diferida para las Llegadas en la Niñez (DACA), anunciado por el Presidente Obama en 2012, proporcionó a casi 800.000 jóvenes inmigrantes la oportunidad de vivir libres del temor a la deportación. También les dio una sensación de libertad, gracias a los permisos de trabajo y licencias de conducir que permitió.

Esa libertad que los inmigrantes indocumentados jóvenes han disfrutado durante los últimos cinco años ha producido ganancias significativas para Estados Unidos.

Gracias a DACA, los jóvenes inmigrantes han podido cursar estudios superiores, han iniciado su propio negocio, mientras que otros siguen trabajando y contribuyendo sus comunidades. Todos estos jóvenes son aspirantes a ser ciudadanos estadounidenses, que trabajan día y noche para asegurarse que hacen uso de su protección de deportación temporal para contribuir, en vez de tomar de, el país que consideran su hogar.

Acabar con DACA significa interrumpir las vidas de casi un millón de personas. Algunos de estos jóvenes pueden ser sus críticos, entre ellos yo. Otros pueden estar trabajando en sus títulos o ayudar a crear empleos para los ciudadanos estadounidenses. Sin embargo, la verdad es que, dejando la política a un lado, todos ellos quieren contribuir a este gran país.

Sr. Presidente, al igual que sus padres querían que usted tuviese éxito, y al igual que usted quiere que sus hijos tengan éxito, mis padres corrieron un gran riesgo por mi futuro. Es lo que hacen las familias. Mi familia y yo no tenemos un camino hacia la ciudadanía, ni hoy, ni mañana ni nunca. Por eso DACA es tan importante.

En este momento, los beneficiarios de DACA, a menudo conocidos como Soñadores, enriquecen este país con su talento, cultura y determinación. Todo lo que quieren es que les permitan trabajar y estudiar sin usarlos como blancos de deportación o presa de los supremacistas blancos que desean verlos devueltos a un país que no conocen."