Mientras Barcelona, España, y buena parte del mundo no salen de su asombro y su consternación, las fuerzas y cuerpos de la Seguridad del Estado continúan en la búsqueda de todos los hilos que confluyan en la célula terrorista de corte yihadista que ayer 17 de agosto atentó en el corazón de Barcelona y en la localidad costera de Cambrils, en Tarragona.
Moussa Oukabir, uno de los principales sospechosos de los atentados en Barcelona y Cambrils, fue abatido por agentes en Cambrils, confirmaron a NBC Los Mossos d-Esquadra, la Policía de la región de Cataluña, aunque no hay certeza de que éste haya sido el conductor de la furgoneta que atropelló a una multitud transeúntes en Las Ramblas, dejando 13 muertos y más de 100 heridos.
En cuanto a las fotografías de presuntos atacantes que han sido ampliamente difundidas por los medios de comunicación, la policía enfatizó que las fotos no fueron oficialmente publicadas por ellos.
Sin embargo, confirmaron que tres de los cuatro hombres en las fotos fueron abatidos en Cambrils y el cuarto sigue siendo a la fuga.
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Al menos cuatro personas se encuentran en búsqueda y captura, y pudieran resultar peligrosos, por lo que la investigación tardará en cerrar.
Ellos son Moussa Oukabir (17 años), Mohamed Hychami (24), Younes Abouyaaqoub (22), vecinos de Ripoll, y Said Aallaa (18), de Ribes de Freser, todos de origen marroquí.
Entre los detenidos, los aniquilados y los fugitivos, se baraja una cifra de 15 personas implicadas en esta célula yihadista que atentó esta semana en Cataluña.
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Los investigadores trabajan con la hipótesis de que el atentado se preparaba hacía cierto tiempo en Alcanar, también en Tarragona, donde un día antes se había registrado una explosión en una casa.
Al parecer, la explosión se habría producido por un accidente, posiblemente por manipulación de bombonas de butano, tras lo cual los terroristas decidieron llevar a cabo “a la desesperada los atentados de Barcelona y Cambrils”, según dijo el Mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, en conferencia de prensa.
Las autoridades suponen que esta célula yihadista compuesta por sujetos muy jóvenes preparaba algún atentado con explosivos en Barcelona, y que, al producirse el accidente, cambiaron su plan, optando por atentar mediante un vehículo que arremete contra la multitud, como ya ocurrió en la ciudad francesa de Niza, el 14 de julio de 2016.
Además de los cinco terroristas ultimados en Cambrils, otros cuatro sospechosos se encuentran detenidos (tres en la localidad de Ripoll, en Girona, y el último en Alcanar) y están siendo interrogados. Las edades de estos cuatro detenidos son 21, 27, 28 y 34 años.
A estos nueve efectivos, habría que sumarles otros dos que perdieron la vida en la explosión accidental del miércoles en la noche, en Alcanar.
Pero los investigadores creen que la célula podría ser mayor.
Entre los detenidos y los fallecidos, ninguno aparece en las listas de personas controladas, vigiladas o con antecedentes de vínculos con organizaciones terroristas.
El único conductor de la furgoneta que subió al paseo de Las Ramblas y avanzó en zigzag para alcanzar a la mayor cantidad de inocentes, y que luego fue liquidado por las fuerzas del orden en Cambrils, podría ser Moussa Oukabir, de apenas 17 años y hermano del hombre que se entregó a las autoridades para reportar que su familiar le había robado la identidad.
En las últimas horas, la unidad de Policía Científica de los Mossos d'Esquadra ha estado cotejando huellas encontradas en las furgonetas implicadas en los dos incidentes de ayer, en busca de más elementos de peso.
En el vehículo utilizado para atentar en Cambrils fueron hallados un hacha y varios cuchillos para atacar directamente a quienes se encontraran a su paso. Esto ocurrió en al menos un caso, pero pocos minutos después un solo agente de los Mossos abatió a los cuatro terroristas en Cambrils.
Tres furgonetas -la utilizada en los atropellos de La Rambla, una abandonada en la localidad Vic y una última encontrada en Cambrils- siguen siendo analizadas en busca de más elementos.
La extensión de los puntos en los que se trabaja (Barcelona, Ripoll, Vic, Cambrils y Alcanar) dan una medida de la envergadura de este operativo, y de la peligrosidad de la que podría ser una célula mucho más grande de lo que se cree que hasta podría haber acumulado armas y explosivos en la casa accidentada en Alcanar.