Miami, Fl. - El presidente, Donald Trump, ha anunciado este martes en la Casa Blanca la reforma migratoria más ambiciosa del último medio siglo, según ha dicho, que, si logra la autorización del Congreso, creará un sistema de puntos al estilo de Canadá y Australia para favorecer la llegada de los inmigrantes más calificados. Estos son sus cuatro aspectos clave:
- 1. Sistema de puntos. El proyecto de ley bautizado como Raise Act establece un sistema de puntos basado en educación, nivel de inglés, salario, edad, méritos extraordinarios, e iniciativa empresarial. Este sistema afectaría a los visados que en la actualidad se ofrecen por empleo, es decir, a profesores, investigadores, altos ejecutivos, y profesionales. Se ofrecerían 144.000 permisos valorados según:
Edad: seis puntos a las personas que tienen entre 18 y 22 años; ocho a los de 22 y 25; diez entre 26 y 30; ocho entre 31 y 35; seis entre 36 y 40; cuatro entre 41 y 45; y dos entre 46 y 50. A partir de 51 años, cero puntos.
Educación: un punto por el graduado escolar; cinco por una licenciatura universitaria extranjera y seis por una estadounidense; siete por un máster extranjero en ciencia, tecnología, matemáticas o ingeniería y ocho si es un grado estadounidense; y 10 por un doctorado en estas materias en el extranjero y 13 en Estados Unidos.
Inglés: entre seis y 12 puntos según el resultado en las pruebas homologadas.
Méritos extraordinarios: 25 puntos por un premio Nobel y 15 por una medalla olímpica.
Oferta de trabajo: entre cinco y 13 puntos, dependiendo del salario.
Iniciativa empresarial: seis puntos por invertir 1,35 millones de dólares en Estados Unidos, y 13 puntos por invertir 1,8 millones.
Para conseguir un visado hacen falta al menos 30 puntos.
- 2. Reunificación familiar. En la actualidad, los inmigrantes con residencia permanente pueden traer a Estados Unidos a su cónyuge e hijos solteros. Los ciudadanos estadounidenses mayores de 21 años pueden traer además a sus padres, a sus hermanos, y a sus prometidos y a los hijos de éstos.
La reforma recorta el número máximo de inmigrantes aceptados por reunificación familiar de 488.000 a 88.000.
Redefine además el significado de “familiar inmediato”, manteniendo a los hijos y cónyuges de los ciudadanos estadounidenses pero no a los padres. Para estos últimos se crea un sistema de visados temporales de cinco años, renovables por periodos de cinco más mientras el hijo siga en el país.
- Sorteo de visados: Elimina la lotería de visados de diversidad, que otorga 50.000 permisos de residencia permanente al año mediante un sorteo realizado al azar aunque primando a los países de donde menos inmigrantes llegan. Según los senadores republicanos David Perdue (Georgia) y Tom Cotton (Arkansas), impulsores del proyecto de ley, es un sistema “obsoleto” y “plagado de fraudes” que reparte “de forma arbitraria” el “privilegio precioso de la ciudadanía estadounidense”.
- Refugiados. Limita a 50.000 el número de refugiados a los que se otorga la residencia permanente cada año, “en línea con la media de los últimos 13 años”, según Perdue y Cotton. En realidad, la media entre los años fiscales (de octubre a septiembre) de 2004 y 2016 fueron 67.000 refugiados anuales. En 2016 llegaron 85.000, y en este ejercicio, sólo entre octubre y junio y a falta de tres meses para cerrar el cómputo, 49.000.