* “Prohibido quejarse” señala, enfático, un letrero pendiente afuera de las habitaciones del Papa Francisco
* La advertencia critica el victimismo de las personas argumentado que el exceso de quejas les impide resolver sus problemas
Si de resolver un problema se trata, el Papa Francisco puede ser una de las opciones más loables a quien acudir. Sin embargo, hay que pensar bien cómo solicitar su consejo, ya que el Sumo Pontífice definitivamente no admitirá a quienes lo hagan con una retahíla de quejas.
“Prohibido quejarse” advierte de manera explícita un letrero colgado afuera de los aposentos del Santo Padre, según reportó The Vatican Insider. Imposible de pasar por alto, el aviso continua diciendo que “los transgresores son sujetos a un síndrome de victimismo, con la consecuente disminución del humor y de la capacidad de resolver el problema”.
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A medio camino entre la seriedad y la broma, como los buenos chistes, la advertencia del Papa señala que los que rompan la regla en frente de niños “serán acreedores a una sanción doble”.
“Para volverse el mejor de uno mismo, hay que concentrarse en las propias potencialidades y no en los propios límites, por lo tanto: deja de quejarte y actúa para hacer mejor tu vida”, sentencia el aviso.
La fotografía que registra este peculiar anuncio fue tomada por un sacerdote italiano amigo del Papa, quien lo visitó recientemente durante las vacaciones del Santo Padre. Acorde con el medio de la Santa Sede, fue el propio Francisco quien le mostró la advertencia y dio su consentimiento para que se captara la imagen.
El letrero fue un regalo que el Papa recibió del psicólogo y terapeuta, Salvo Noé, el pasado 14 de junio luego de una audiencia en la Plaza de San Pedro, en la Santa Sede. El terapeuta pudo conversar unos minutos con Su Santidad y fue ahí cuando le obsequió el letrero, así como su libro y una pulsera.
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“Lo voy a poner afuera de mi oficina, en donde recibo a las personas”, señaló entre risas el Papa al recibir el presente; sin embargo, un aviso tan poco protocolario no se habría visto bien en el Palacio Apostólico -donde se encuentran sus oficinas- por lo que fue colgado afuera de las habitaciones del líder religioso.
Desde hace unos días el Papa se encuentra de vacaciones en su casa, aunque no ha dejado de trabajar, según el sacerdote amigo que sacó la foto. Francisco trabaja en nombramientos curatoriales como el nombramiento de un nuevo secretario para la Congregación de la Doctrina de la Fe.
El pontificado del Papa atraviesa por momentos de tensión, ya que el líder de 1,200 millones de católicos en el mundo, lidia con la renuncia del Revisor General, Libero Milone, quien ha sido citado en Australia por presunto abuso infantil; además, Francisco no renovó al cardenal Gerhard Müller, uno de los cardenales que discrepa abiertamente con él, como Prefecto del ex Santo Oficio.
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