- El gobernador de Virginia había perdonado una incidente menor a Liliana Cruz, que tiene dos hijos estadounidenses menores de edad
Miami, FL.- El Departamento de Seguridad Interna deportó a El Salvador a Liliana Cruz, la inmigrante indocumentada detenida en mayo en el estado de Virginia tras presentarse a una cita rutinaria con agentes de inmigración.
Cruz llevaba desde 2006 en Estados Unidos sin papeles y tenía dos hijos ciudadanos; la única falta en su historial criminal era un incidente menor de tráfico que el gobernador de Virginia le perdonó tras su arresto precisamente para evitar su deportación. Aun así, el pasado jueves Cruz, de 30 años, fue devuelta es a su país de origen, “partiendo en dos a su familia”, según ha confirmado este martes la organización Casa.
Cruz, que tiene un hijo de 10 años y una hija de cuatro, ambos ciudadanos estadounidenses, fue parada por la policía en 2013 por un problema con las luces de su vehículo. Dado que no tenía permiso de conducir (los inmigrantes irregulares no tienen posibilidad de conseguirlo en Virginia), fue condenada a una multa de 100 dólares, pero pudo volver a casa sin problema. Cruz está separada y su marido vivía en otra ciudad.
El pasado 18 de mayo, fue detenida cuando se presentó a una comparecencia rutinaria ante los agentes de inmigración en Fairfax, un suburbio de Washington DC. Era la primera vez que lo tenía que hacer desde la llegada a la Casa Blanca del republicano Donald Trump.
Pesaba sobre ella una orden de deportación desde el mismo año en el que llegó a Estados Unidos; tras su detención, obtuvo una suspensión temporal discrecional en 2014 y 2015. Por entonces gobernaba el país el demócrata Barack Obama. El pasado mes de noviembre, Trump llegó a la Casa Blanca prometiendo que deportaría a todos los inmigrantes irregulares, aunque más tarde matizó que su objetivo fundamental serían aquellos que tuvieran antecedentes criminales.
Tras las protestas que siguieron a la detención de Cruz, el gobernador demócrata de Virginia, Terry McAuliffe, le perdonó el incidente de tráfico. Los dos senadores de ese estado, Tim Kaine y Mark Warner, participaron también en las manifestaciones para solicitar su liberación.
“Tenemos el corazón roto por la forma en que se ha apartado a Liliana Cruz de su familia”, ha asegurado la organización Casa, que se había encargado de su caso. “Esto confirma el empeño inhumano y horrendo del presidente Trump por separar familias. Ahora el futuro de Liliana, de sus dos hijos estadounidenses y de millones de inmigrantes respetuosos con la ley como ella no es sino un túnel oscuro en el que no será fácil que encuentren la salida”, ha añadido Casa.
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