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¿Puede Trump ir a la cárcel o ser destituido por obstrucción a la justicia?

El presidente se enfrenta a una investigación por supuestas presiones al director del FBI que podría tener repercusiones judiciales y políticas

Miami, Fl. - El fiscal especial que investiga la posible injerencia rusa en las pasadas elecciones, Robert  Mueller, se está entrevistando con altos responsables de los servicios de inteligencia estadounidenses para averiguar si el presidente Donald Trump ha cometido un delito de obstrucción a la justicia. Trump, que según ha afirmado no está siendo investigado por los supuestos lazos de su equipo de campaña con oficiales rusos, sí podría verse en problemas si se probara que ha maniobrado para frenar esa investigación.

Pero ¿sería suficiente como para apartarle de la presidencia? ¿Iría Trump a la cárcel si se demuestra que efectivamente obstaculizó la investigación del FBI? La respuesta más sencilla es, probablemente no. Pero veamos más en detalle qué es lo que está en juego.

¿Por qué está siendo investigado Trump?

El presidente estadounidense despidió el pasado 9 de mayo al director del FBI, James Comey, que estaba al frente de la investigación sobre Rusia. La conmoción política provocada por esta destitución dio alas a la investigación en sí, primero con el nombramiento de Mueller, antiguo director del FBI, como fiscal especial para hacerse cargo de las pesquisas; y segundo con el Comité de Inteligencia del Senado tratando de aclarar qué es lo que había ocurrido.

Los senadores llamaron a declarar la semana pasada a Comey, que, bajo juramento, aseguró que Trump le animó a archivar la investigación; en su opinión, el hecho de que no le hiciera caso determinó su despido fulminante. Trump lo ha negado, y este jueves ha afirmado en Twitter (en inglés): “Se inventaron esa falsa confabulación en la historia de los rusos, y se encontraron con que no había prueba alguna, así que ahora apuestan por la obstrucción de la justicia en la historia falsa. Muy bonito”.

¿En qué consiste el delito de obstrucción a la justicia?

Es un delito federal que, como su propio nombre indica, consiste en obstaculizar el trabajo de las autoridades (la policía, el FBI, un juez e incluso el Congreso) en su función de administrar justicia. Existen muchas formas de hacer esto: imagine que usted roba un coche y un testigo le ve hacerlo; lamentablemente para su expediente, la policía le detiene y se enfrenta a un juicio que le puede llevar a la cárcel. En ese caso, usted puede sentirse tentado a amenazar a ese testigo o a intentar comprar su silencio. Eso es obstrucción a la justicia, y puede acarrearle una condena de varios años de cárcel, que se sumaría a la del robo en sí. También cometería obstrucción a la justicia si un juez o una comisión del Congreso le llama a declarar y usted no acude. O si destruye una prueba en una investigación policial. O si trata de engañar a las autoridades para que no puedan hacer su trabajo.

¿Ha cometido Trump ese delito?

En teoría, si se probara que amenazó al director del FBI (que, en esencia, es un empleado a su cargo, como demuestra el hecho de que pudiera despedirlo de forma fulminante) para frenar la investigación, podría ser considerado obstrucción a la justicia. Sin embargo, demostrar que lo hizo sería muy complicado; la conversación entre Comey y Trump no tuvo testigos y, aunque el presidente ha insinuado que pudiera haber sido grabada, hasta el momento no hay prueba de que esas cintas existen. Y aunque se demostrara, eso no significaría automáticamente que el presidente cometió un delito, puesto que tanto los textos legales como la jurisprudencia existente permiten varias interpretaciones al respecto.

¿Se le puede juzgar por ello?

Tampoco existe una respuesta contundente a esa cuestión porque nunca antes ha ocurrido. Al presidente de Estados Unidos no se le puede detener y juzgar por un delito con la misma facilidad que a cualquier otro individuo; en principio, el encargado de vigilar que su actuación cumpla con la legalidad es el Congreso, que no es un órgano judicial (no puede mandarle a la cárcel) sino legislativo. Así, lo máximo que podría hacer el Congreso es apartarle del cargo. Después sí podría ser juzgado como cualquier otra persona.

¿Puede ser apartado de la presidencia?

El artículo II de la Constitución permite al Congreso apartar al presidente (un proceso denominado en inglés impeachment) si comete un delito o falta grave. Obstrucción a la justicia parece en principio un delito suficientemente grave (de nuevo, si resulta probado) como para iniciar un proceso de este tipo. De hecho, los dos únicos presidentes que se enfrentaron a una situación similar, Richard Nixon (1974) y Bill Clinton (1998), fueron acusados, entre otros delitos, de obstrucción a la justicia. Nixon renunció al cargo antes de que el proceso de impeachment concluyera, mientras que, en el caso de Clinton, el Congreso resolvió no apartarle de la presidencia.

En cualquier caso, apartar a un presidente requiere de una mayoría simple en la Cámara de los Representantes (es decir, la mitad más uno), y de una mayoría de dos tercios en el Senado.  Y el Partido Republicano controla con holgura ambas Cámaras (y no hay nuevas elecciones legislativas hasta 2018). Eso no significa que Trump no pueda ser apartado de la presidencia si se prueba que ha cometido una falta grave, puesto que los congresistas no deben lealtad a Trump sino a Estados Unidos, pero sí obligaría probablemente a que tuviera que demostrarse de forma fehaciente, y  a que el delito fuera de la suficiente gravedad como para justificar ese paso.

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