Un ataque como el sucedido en el concierto de Ariana Grande en Manchester puede causar traumas duraderos en los niños, de acuerdo a la Asociación de Pediatras de Estados Unidos.
En respuesta a los miedos que estas tragedias generan en los menores, incluso en aquellos que ven los reportes en la televisión o en las redes sociales, los pediatras estadounidenses recomiendan filtrar la información a la que están expuestos, preguntarles qué es lo que han escuchado y mantener un diálogo simple y directo.
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Los médicos también aconsejan mantener a los niños alejados de las imágenes gráficas repetitivas, sugieren grabar las noticias para evaluar el contenido antes de que los menores lo vean y si los hijos son adolescentes ver los reportes con ellos y hacer una pausa para dialogar.
Según los pediatras, el principal mensaje que se debe transmitir a los más pequeños es: "Está bien que estas cosas te molesten. Estamos aquí para apoyarnos mutuamente”. Con los adolescentes recomiendan tratar el tema cuantas veces sea necesario y explicarles que los encargados de la seguridad trabajan para evitar que vuelva a ocurrir.
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Los niños o adolescentes que no puedan superar el trauma de un atentado como el de Inglaterra pueden presentar problemas para dormir, quejarse de dolor de cabeza o cansancio, tener un comportamiento impaciente e inmaduro o incluso sentir una tristeza, depresión o ansiedad; En todos estos casos los médicos exhortan a llevarlos a que los examine un profesional.