Miami, FL. - Un padre californiano dice que él y su familia se vieron forzados a salir de un vuelo de Delta de Maui a Los Angeles, después de que una empleada de la aerolínea le pidiera el asiento por el que había pagado; para dárselo a otro pasajero.
Schear se negó a salir del avión inicialmente pero la empleada de la aerolínea le amenazó con que él y su esposa podrían terminar en la cárcel. El incidente quedó registrado en una grabación.
El residente de Los Angeles, Brian Schear, quien viajaba con su esposa y dos niños de 1 y 2 años, explicó que había comprado el asiento para su hijo mayor pero que lo había mandado a casa en otro vuelo para que el menor pudiera utilizarlo durante el viaje.
En el video del incidente, la empleada de la aerolínea dice a Schear que según las reglas de Delta los niños de dos años no están supuestos a tener su propio lugar y deben sentarse en las piernas de sus padres durante el vuelo. “Como él tiene dos años, no puede sentarse en la silla para niños, él tiene que sentarse en sus brazos todo el tiempo”, dijo.
Sin embargo la exactitud de esa declaración no está clara, ya que el sitio web de Delta recomienda a los padres comprar asientos para niños de dos años o más.
Schear dijo que después de bajarse de la nave tuvo que buscar un taxi, un hotel y comprar un nuevo boleto para volar a casa.
Tras investigar lo sucedido Delta emitió un comunicado en el que dijo: “Sentimos la desafortunada experiencia que nuestros clientes tuvieron con Delta, les hemos contactado para reembolsar su viaje y ofrecer una compensación adicional. La meta de Delta es trabajar siempre con los clientes en un intento de encontrar soluciones a sus problemas de viaje. Eso no ocurrió en este caso y nos disculpamos".
El incidente ocurre después de que United Airlines acordará en corte compensar a un pasajero arrastrado fuera de un avión de la aerolínea que pretendía darle su lugar a empleados de la misma.
Tras el incidente de United, Delta había anunciada que cambiaría su política de vuelos sobrevendidos: