Corea del Norte lanzó a una guerra de palabras contra Australia por su alianza con los Estados Unidos, advirtiendo que el país está dentro del alcance de un arma nuclear.
Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Norte acusó a la canciller australiana Julie Bishop de lanzar "una serie de basura contra la RPDC (República Popular Democrática de Corea)" sobre las pruebas con misiles del país, el portavoz añadió que “Australia está alineándose con EEUU ciegamente y con entusiasmo”.
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En Japón la semana pasada, Bishop dijo que Australia apoya el "enfoque de los Estados Unidos sobre considerar todas las opciones para contener el comportamiento ilegal y belicista de Corea del Norte" y propuso discutir la idea de más sanciones.
Los comentarios de Bishop hicieron que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Norte lanzara un ataque directo, que fue difundido el viernes por la Agencia Central de Noticias de Corea: "Lo que dijo nunca puede ser perdonado, ya que es un acto contra la paz que patrocina y protege la extrema política hostil hacia la RPDC ".
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"Si Australia persiste en seguir los movimientos de EE.UU. para aislar y sofocar a la RPDC y sigue siendo una brigada de choque de los EE.UU., sería un acto suicida colocarse al alcance de un ataque nuclear de la fuerza estratégica de la RPDC. La ministra de Relaciones Exteriores australiana debía reflexionar dos veces sobre las consecuencias que tendría su imprudente latigazo verbal antes de halagar a Estados Unidos "
Bishop emitió una declaración el domingo diciendo que Corea del Norte debería concentrarse en sus "ciudadanos que han sufrido por mucho tiempo, en lugar de construir armas catastróficas:" Las amenazas de Corea del Norte de ataques nucleares contra otras naciones subraya la necesidad del régimen de abandonar sus armas nucleares ilegales y sus programas de misiles balísticos", dijo.
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"Estos países representan una grave amenaza para sus vecinos si no se controlan, y para una región más amplia incluida Australia. El gobierno norcoreano debe invertir en el bienestar de sus ciudadanos que sufren mucho, más que en armas de destrucción masiva".
La postura surge el domingo cuando el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, pasa su último día de visita a Australia en medio de actividades turísticas en Sydney.