Las detenciones de inmigrantes indocumentados sin antecedentes penales por parte del Departamento de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos se duplicaron con creces en los primeros meses del gobierno de Trump, la señal más clara de que el presidente se ha alejado de la posición de su predecesor en materia migratoria.
Según datos obtenidos por el diario The Washington Post, desde enero hasta mediados de marzo fueron detenidos 5441 inmigrantes sin antecedentes penales, lo que más que duplica a cifra del mismo período de 2016, bajo el gobierno de Obama.
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En total ICE detuvo a 21.362 inmigrantes, en su mayoría delincuentes convictos, en comparación con 16.104 durante el mismo período del año pasado. La cifra representa un incremento del 32,6 por ciento.
Casi tres cuartas partes de los inmigrantes arrestados del 20 de enero al 13 de marzo tenían condenas penales, un aumento de 15 por ciento en comparación con el mismo período del año pasado.
La oficina de ICE en Atlanta arrestó a la mayoría de los inmigrantes que nunca habían cometido ningún delito, con casi 700 detenciones, frente a 137 el año anterior. Filadelfia tuvo el mayor porcentaje de aumento, con 356 detenciones no criminales, más de seis veces más que el año anterior.
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Las oficinas de ICE con el mayor número total de arrestos - más de 2.000 cada uno - estaban en Dallas, que cubre el norte de Texas y Oklahoma; Atlanta, que incluye Georgia y las Carolinas; y Houston, que se extiende por el sudeste de Texas.
"Mi impresión es que ICE está envalentonado de una manera que nunca he visto", dijo el jueves Dan Satterberg, el principal fiscal del condado de King, donde se encuentra Seattle. "El gobierno federal, en realidad sólo en un par de meses, ha deshecho décadas de trabajo que hemos hecho para construir esta confianza".
King se refería a que los operativos de ICE han llevado a una fuerte caída en los informes de los latinos de agresiones sexuales y otros crímenes en las comunidades aterrorizadas de inmigrantes en todo Estados Unidos.
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Otro fiscal considera que la presencia de agentes de inmigración en los tribunales estatales y locales, que ha aumentado bajo la administración Trump, hace más difícil procesar el crimen.
Las detenciones o detainers de inmigración - las solicitudes voluntarias del ICE a las agencias policiales para detener a los detenidos más allá de su liberación normal para que los agentes puedan detenerlos luego y deportarlos - también aumentó, a 22.161. Esto representa un salto del 75 por ciento desde el año anterior.
Sin embargo, pese al aumento en las detenciones, las deportaciones bajaron un 1,2 por ciento, a 54.741 en enero, febrero y marzo, en comparación con el mismo período del año pasado, debido al tiempo que demora procesar el retorno de los inmigrantes a sus países de origen, pese a la promesa de Trump de hacerlo de manera expedita.