Este viernes el presidente Donald Trump sufrió su primera gran derrota política, cuando su partido se vio obligado a retirar un proyecto de ley de salud para reemplazar el Obamacare.
Horas antes, el jueves, en medio de las negociaciones, Trump decidió tomarse un descanso invitando a miembros de la Asociación de Camioneros Estadounidenses a la Casa Blanca (ATA, por sus siglas en inglés).
Dos grandes camiones fueron estacionados frente a la Casa Blanca, y después de saludar a los miembros de la ATA, el presidente saltó a la plataforma de uno de camiones. Allí, en presencia de los medios de prensa, parecía un niño con un juguete nuevo.
El presidente tocó la bocina un par de veces, emitió algunos griticos de entusiasmo, cerró los puños y saludó a los medios de comunicación a través de la ventana. Posteriormente fue visto usando un broche con la incripción, en inglés, de “Amo a ATA”.