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"Mi hijo me devolvió la vida”, asegura hispana que padecía enfermedad renal

La hispana pudo salvar la vida gracias a que su hijo le donó un riñón

Miami, Florida - En  una casa  de Boca Raton en la Florida solo se escuchan risas y el balbuceo de los mellizos acostados sobre la alfombra. Jugando con ellos esta la abuela Olga, cómplice de toda esa alegría.
 
Hace apenas un mes esto hubiera sido imposible porque Olga Hervis, de 71 años, padecía una enfermedad crónica en  sus riñones. Los médicos le habían dicho que sus órganos colapsarían y tenía que recibir un transplante lo antes posible.

“Estar en diálisis pierdes la vida, yo me sentía desolada porque tarde o temprano me iba a morir, esta enfermedad no se sobrevive” afirma la señora Hervis.

 


Su odisea comenzó hace mas de un año cuando debido a su enfermedad renal se puso en una lista de espera para recibir un transplante de riñón.

Según la Fundación Nacional del Riñón cien mil 791 personas en Estados Unidos están esperando un riñón que salve sus vidas y todos los años casi 5,000 mueren esperando.

Fumar durante el embarazo dañaría los riñones del bebé


“Las personas en diálisis viven una vida muy complicada”, afirma  el Dr. Diego Reino, cirujano de la Clínica Cleveland en la Florida. “Cada minuto alguien muere en este país esperando un órgano y más que nada en la comunidad ;atina, por eso es importante que la gente se dé cuenta lo importante que es convertirse en donante y la oportunidad que tenemos de salvarle la vida a alguien”.

 
Inicialmente la hermana de Olga Hervis iba a donarle uno de sus riñones, pero a pocas semanas del transplante ella se enfermó. Con los días contados y los riñones de Olga al borde del colapso, su familia recurrió a las redes sociales pidiendo ayuda.

“Me sorprendí de la compasión y la gente buena que hay en el mundo”, dice la abuela sobre los miles de mensajes de extraños que recibió durante el ultimo año.
 
Los médicos no habían explorado la posibilidad de que los hijos de Olga fueran sus donantes, debido a que ambos eran padres jóvenes.
 
Sin embargo ante la situación critica, los hermanos se sometieron a una prueba y Jean Paul , de 31 años resultó ser el donante perfecto.

“Yo me sentí muy ambivalente, por un lado feliz porque iba a salvar mi vida, pero por el otro no quería que ninguno de mis hijos pasara por esto”, dice Olga Hervis conmovida ante la realidad que el hijo que ella alumbró le salvaría la vida.


“Nadie en mi familia quería que lo hiciera, pero así lo quiso Dios, yo era el donante perfecto”, afirmó Jean Paul apretando la mano de su madre.

A finales del mes pasado en la Clínica Cleveland  madre e hijo se sometieron a una cirugía que cambiaría la vida de ambos.

“Esto es algo que trasciende lo humano, dice la señora Hervis, no hay palabras para dar gracias, mi hijo me devolvió la vida”.

Hoy en la sala de la casa de Jean Paul, ambos hacen chistes. “El quería baby sitter por mucho tiempo, por eso me dio su riñón”, dice Olga  entre carcajadas mientras a  Jean Paul se le llenan los ojos de lágrimas.

“Para mi ha sido un honor, no muchos tienen la oportunidad de salvar la vida de su héroe y yo salve a la mía”, aseguró.