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Así fue el menú del almuerzo que ofreció Donald Trump en su toma de posesión

Fue un menú muy americano, aunque se echaron de menos los platos típicos de Nueva York, tierra natal del nuevo presidente

Fiel a su convicción de priorizar y privilegiar a lo que viene de su propia tierra, de su país, y de estimular con ello a los productores locales, el nuevo mandatario se ha lucido a la hora de diseñar la mesa del primero de sus banquetes como presidente.

Datos curiosos sobre Donald Trump

De manera que quienes tengan el privilegio de pasar las primeras horas con el nuevo gobierno republicano disfrutarán, como primer plato, de una buena combinación de langosta de Maine y camarón del golfo con azafrán, todo en su salsa con cacahuete triturado, y un vino blanco marca Arroyo Vista Chardonnay J Loht, cosecha de 2013 de los fértiles viñedos de California; una botella que curiosamente no sobrepasa los 25 dólares en el mercado.

Como segundo plato, un fruto venido de las granjas de Lynchburg, en Virginia: filete de Angus Seven Hills a la parrilla con chocolate oscuro, en un jugo de enebro y papa gratinada. Le acompañará un vino tinto Delicaton Black Stallion 2012, un Cabernet Savignon de edición limitada, producido en el Valle de Napa, reconocida zona vitícola entre Santa Rosa y Sacramento, también en California.

Cosas que no sabías de Melania Trump

Y como postre, los comensales disfrutarán de un soufflé de chocolate, además de helado de vainilla y cereza -favorito de Trump-, aderezado con una copa helada de champán de California, marca Korbel Natural "Special Inaugural Cuvée". Otro de los vinos con precios más que asequibles para todas las mesas del país.

Para los cazadores de curiosidades, la casa Korbel fue fundada en 1882 por tres hermanos inmigrantes checoeslovacos. Hoy esta compañía aparece en el ranking 12 que alista los más importantes productores de vinos en Estados Unidos.

La mudanza de la Casa Blanca

Llama la atención, además, que el nuevo mandatario no le haya rendido homenaje a la comida típica de su estado natal, Nueva York, con sus platos icónicos, como el filete de res, el pastel de queso o la sopa de almejas de Manhattan.

En general, el menú que ofrecerá Trump será bastante modesto en comparación con el de otros almuerzos inaugurales.

En 2005, en la fiesta de celebración de su segundo mandato, George W. Bush apeló a sus gustos más refinados y ofreció a sus invitados cangrejo y langosta festoneados, codornices de Missouri asadas con castañas y verduras salteadas, además de budín de limón al vapor con compota de cerezas y manzanas.

El almuerzo inaugural del mandato de Bill Clinton en 1993 consistió en salmón a la parrilla con salsa de alazán, pollo al romero con arroz y zanahorias con jengibre, además de un betty de manzana y arándano con crème anglaise.