el fenómeno de la inmigración indocumentada hacia estados unidos experimentó un crecimiento notable durante el presente año, pero su composición demográfica está cambiando con cada vez mayor presencia de familias centroamericanas, niños no acompañados e inmigrantes de latitudes tan lejanas como india, china y países africanos.
el tema migratorio estuvo en el epicentro de la campaña electoral por la casa blanca, con dos posiciones claramente en las antípodas: la postura de la candidata demócrata hillary clinton, con la perspectiva de una reforma migratoria integral que permitiera regularizar su estatus a familias de indocumentados, y el radicalismo a ultranza del republicano donald trump, promotor de un muro en la frontera mexicana y partidario de deportaciones masivas utilizando una fuerza especial para tales fines.
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el triunfo de trump deja un manto de penumbras sobre la suerte de millones de indocumentados que viven en el país, y envalentona a los sectores más conservadores para endurecer su posición radical frente a la inmigración.
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el debate sobre los programas de protección de estudiantes y padres indocumentados conocidos como daca y dapa, y su impacto en las comunidades y las familias, es apenas la punta del iceberg de un problema que al que sociedad estadounidense no puede darle la espalda.
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lo que resulta más evidente es que el país dependerá en gran medida de la fuerza de trabajo que proporcionen los inmigrantes hispanos para garantizar un crecimiento sostenido de su economía en los próximos veinte años.
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la proyección hacia una reforma migratoria y la estabilización de los mecanismos migratorios para permitir el acceso de trabajadores foráneos y fuerza laboral capacitada en sectores determinantes para estados unidos serán temas que inevitablemente ocuparán un sitio recurrente en la política doméstica y las relaciones hemisféricas de washington en los años venideros, sea cual sea la estrategia de la administración trump.
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estas son algunas de las tendencias y problemáticas de la inmigración latinoamericana que han prevalecido a lo largo del año que termina:
crecimiento de la inmigración indocumentada
la cifra de inmigrantes indocumentados que cruzó la frontera entre méxico y estados unidos creció un 23 por ciento, según cifras del departamento de seguridad nacional (dhs). durante el año fiscal 2016, la cifra de capturados en el cruce de fronteras con méxico fue de 408, 870 personas. en el 2015 la cifra fue de 331,333 inmigrantes arrestados.
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un estudio del pew research center indica que la población inmigrante no autorizada de estados unidos -calculada en unos 11 millones- se ha estabilizado desde el final de la recesión, pero el número de mexicanos que llegan desde el 2007 es mucho menor en comparación con años anteriores. a pesar de la disminución en las entradas y en la permanencia en unos 500,000 en los últimos siete años, los mexicanos siguen siendo más de la mitad ( 52%) de los inmigrantes no autorizados que viven en estados unidos.
más inmigración centroamericana
el crecimiento de los inmigrantes centroamericanos, principalmente de guatemala, honduras y el salvador, se ha hecho sentir durante el año. al analizar las cifras del período fiscal 2016, el propio presidente barack obama admitió el hecho de la llegada de indocumentados centroamericanos como una tendencia debido a la "situación de desesperación" que se vive en esas naciones y consideró que los planes estratégicos para estabilizar la región podrían tardar una década en completarse.
la llegada de indocumentados centroamericanos se disparó en 2014, decreció en 2015, pero volvió a escalar hasta unos 179.000 en el 2016. solo el pasado agosto, las familias sin estatus migratorio que fueron detenidas en la frontera se elevaron a 9.359, un nivel comparable al alcanzado en los peores meses de la crisis migratoria de 2014.
a mediados de este año, una audiencia del congreso de estados unidos analizó el caso de la inmigración centroamericana como un fenómeno nuevo que requiere más tiempo, personal y recursos para completar el proceso de deportación comparado con el caso de los mexicanos detenidos en la frontera. una proporción de los inmigrantes de centroamérica hacen peticiones de asilo, lo cual requiere una evaluación adicional en el proceso de adjudicación y revisión del caso por parte de la oficina de ciudadanía y servicios migratorios (uscis).
avalancha de niños no acompañados
la llegada de niños sin compañía a los cruces de la frontera sur volvió a alcanzar un rango significativo. cuando parecía que se había conseguido detener el flujo de menores sin amparo de familiares desde centroamérica, la cifra volvió a subir en espiral en el presente año.
el incremento de niños que cruzaron solos la frontera entre méxico y estados unidos fue de casi un 50%, con 59,692 detenciones de menores frente a las 39, 970 del 2015. la mayoría de los menores detenidos proceden de el salvador, guatemala y honduras y, en menor medida, de méxico.
un reciente informe de la unicef titulado ‘sueños rotos” advirtió que el flujo de niños refugiados y migrantes de centroamérica que tratan de llegar a estados unidos no muestr ninguna señal de detenerse, a pesar de los peligros que entraña el viaje y al endurecimiento de las medidas que se aplicaron en el 2014 para contener la inmigración.
aunque la cifra de entradas y detenciones de menores es mucho más baja que la que generó la crisis de 2014, cuando 68, 541 niños llegaron a territorio estadounidense, se trata de una situación para la que políticos y autoridades gubernamentales se han visto obligados a trazar estrategias a largo plazo. el gobierno federal ha destinado millonarios fondos para la atención de niños en refugios y campamentos bajo condiciones especiales, de cara a su acomodamiento y educación.
deportaciones a gran escala
el presidente electo donald trump hizo campaña prometiendo deportar 11 millones de indocumentados y crear una fuerza adicional para lograrlo, lo que escandalizó a los activistas y defensores de los inmigrantes. pero el legado que recibirá trump de su predecesor demócrata es notable en este rubro. en las últimas tres décadas, obama es el presidente que más inmigrantes ha deportado, con más de 2.7 millones durante su mandato (2009-2016), según datos del dhs.
solo entre 2012 y 2014 las estadísticas de deportados superaron los 400,000 cada año; el promedio de deportaciones asciende a unas 600 diarias. de acuerdo con la oficina de inmigración y control de aduanas (ice), la mayoría de los deportados son originarios de méxico, casi el 70 por ciento de ellos con antecedentes criminales.
las estadísticas del 2016 no han sido oficialmente confirmadas por el ice, pero el número preliminar supera los 196,500, el 46 % de ellos sin antecedentes delictivos.
los procesos de deportación se ha complicado y encarecido con el cambio demográfico en la composición de los indocumentados, pues en el caso de los centroamericanos y de otras latitudes, las autoridades debe asegurar espacios para la detención, obtener documentos de identidad o viaje de su lugar de origen y hacer los arreglos para su transportación por la vía aérea directa a su país natal, a diferencia de los inmigrantes mexicanos, que son enviados de vuelta en cuestión de días.
impacto en la fuerza laboral:
la fuerza laboral estadounidense incluye a 8 millones de inmigrantes indocumentados, que representan el 5% de los que estaban trabajando o estaban desempleados y buscando trabajo, según un reciente estudio.
el número de inmigrantes indocumentados están mayormente representados en las ocupaciones agrícolas (26%) y en la construcción (15%). en todas las industrias y ocupaciones, sin embargo, son superados en número por los trabajadores nacidos en los estados unidos.
investigaciones del ihs, con sede en washington, apunta a que el crecimiento de la fuerza laboral se acelerará en los próximos tres años a medida que el ritmo de crecimiento económico se consolide y la población hispana jugará un papel cada vez más importante en el aumento del empleo en estados unidos, porque son el segmento más joven y de más rápido crecimiento de toda la población.
el empleo hispano crecerá a una tasa promedio del 2.6% anual en los próximos 20 años y pasará del 16% del total del empleo en el país en el año 2014 al 22.9% en el año 2034, según los expertos. si se logra destrabar el nudo político en torno al sistema migratorio, la inmigración hispana podría regresar a los niveles de expansión económica anterior a la crisis de 2008.