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Resumen 2016: El año crucial para el destino de ISIS

No ha dejado de hacerse sentir a través de atentados sangrientos y el avance del ejército iraquí sobre Mosul es un ataque al corazón del sanguinario grupo extremista

Unos de los fenómenos políticos y sociológicos más impactantes de los últimos años ha sido la aparición del autodenominado Estado Islámico (ISIS), un movimiento fundamentalista que ha sembrado el terror a base de odio y de muerte en varias partes del mundo, y que se ha valido muy bien de las imágenes y de las redes sociales tanto para ganar simpatizantes como para aterrorizar.

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ISIS surgió en 2014, cuando el grupo radical así autodenominado tomó la ciudad iraquí de Mosul y la convirtió en su bastión y capital. Su objetivo es establecer un califato islámico en amplias áreas de Irak y Siria y para ello apelan a vejaciones como la esclavitud y la violación y la limpieza étnica de cristianos, alauitas y otros chiitas y yazidis en los territorios que controlan.

Torturas y decapitaciones, entre otras prácticas bárbaras también figuran en el quehacer de ISIS.

Sin embargo, este año ha sido crucial para su destino. Primero porque no ha dejado de hacerse sentir a través de atentados sangrientos, pero segundo porque el avance del ejército iraquí sobre Mosul es un ataque al corazón del sanguinario grupo extremista.

Una de las prioridades del recién electo presidente de Estados Unidos, el magnate Donald Trump, es la aniquilación total y definitiva del Estado Islámico, por lo que 2017 será igualmente decisivo.

Ataques

Bélgica. El 22 de marzo ISIS se atribuyó ataque terrorista en el aeropuerto de Bruselas, la capital belga, y donde se rigen los destinos institucionales del Viejo Continente. Al menos tres hombres ingresaron en la estación aeroportuaria, colocaron sus bombas y comenzaron a disparar. Apenas una hora más tarde se producía una explosión en un vagón del metro en la estación de metro de Maelbeek/Maalbeek.

El resultado de ambas operaciones fue demoledor: 35 muertos y unos 300 heridos de 40 nacionalidades. A través de su circuito propagandístico en Internet, Estado Islámico se hacía responsable. Europa era nuevamente víctima de la barbarie, tras los atentados en París, en noviembre de 2015.

Turquía. El 28 de junio tres terroristas suicidas accedían al Aeropuerto Internacional Atatürk, en Estambul, y hacían detonar los explosivos que llevaban pegados al cuerpo. El balance en vidas dañadas fue de 44 fallecidos, incluyendo a los tres terroristas suicidas formados por el Estado Islámico, así como 239 heridos.

Irak. Una secuencia de varios atentados era reivindicada por la organización fundamentalista islámica en esa misma semana en diferentes puntos del país. Total: 250 muertos.

Francia. El 14 de julio, Mohammed Lahouaiej Bouhlel, un tunecino de 31 años, embistió con un camión y disparó a las personas que celebraban la fiesta nacional en Niza, en la costa sur francesa, matando a 84. Horas más tarde el Estado Islámico se congratulaba por el atentado y calificaba a Bouhlel como uno de sus soldados. Un cura también fue degollado por un seguidor de ISIS en Francia.

Afganistán. El 23 de julio tenía lugar una doble acción terrorista en la plaza Dehmazang, en Kabul, la capital, durante una manifestación de la minoría étnica hazara de fe chiita. Unas 80 personas perdieron la vida y otras 260 resultaron heridas.

Estados Unidos. El 12 de junio, del otro lado del Atlántico, en la ciudad de Orlando, en la Florida, un norteamericano de origen afgano llamado Omar Mir Seddique Mateen entró a la discoteca Pulse y ametralló a todo aquel que apareció ante su arma de guerra. Era lo que se considera un “lobo solitario”, alguien que, a título personal y sin preparación alguna, ejecuta un acto terrorista.

Antes de acabar con la vida de al menos 49 personas, Mateen profirió unas palabras en honor al Estado Islámico, que reivindicó la acción como un acto justo y heroico de uno de los “suyos”. El del Pulse ha sido considerado como el ataque con mayor número de víctimas dentro del territorio norteamericano desde los atentados del 11 de septiembre de 2001.

El inicio del fin

Este año ha significado también el comienzo del fin de la ocupación del Estado Islámico en una buena parte de territorio sirio e iraquí.

En mayo, Estados Unidos anunciaba su nueva estrategia de golpear a la organización en sus provisiones petroleras, de manera a mermar su potencial financiero. Además, se destruyó un depósito masivo de dinero, ubicado en un edificio de la ciudad iraquí de Mosul.

El 24 de marzo, el ejército sirio entraba en la antigua ciudad de Palmira, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1980, el mayor ejemplo del daño que el Estado Islámico le ha perpetrado a la cultura mundial.

El 17 de junio, el Primer Ministro Iraquí Haider al-Abadi anunciaba la reconquista de Faluya, una importante ciudad que había estado en manos de los islamistas desde enero de 2014.

Mientras, a inicios de julio, seis bombarderos estratégicos rusos atacaron con fuerza a las posiciones islamistas en una zona al este de Palmira, As-Suhnah y Arak.

El pasado 17 de octubre las tropas iraquíes y kurdas habían iniciado una gran ofensiva para intentar apoderarse de la provincia de Nínive, conquistada por los terroristas desde 2014.

Esa fecha ha quedado en los anales como la del inicio de la reconquista de Mosul, la segunda ciudad más importante de Irak. Desde entonces, hemos sido testigos del avance de las fuerzas gubernamentales, con la ayuda de los combatientes peshmergas kurdos, milicias de clanes y Multitud Popular (chiíes), así como con el respaldo aéreo de una coalición internacional liderada por Estados Unidos.

En noviembre, el ejército ruso, aliado del gobierno del sirio Bashar al-Ásad, anunciaba una gran operación de ataques masivos contra el Estado Islámico en las provincias de Homs e Idleb, a partir de su portaaviones "Almirante Kuznetsov" y de la fragata "Almirante Grigoróvich”.

A inicios de diciembre aumentaba el intercambio de fuego entre el grupo terrorista y las tropas iraquíes, las que cada día ganan más terreno, de cara a recuperar Mosul.

Por último, el pasado 5 de diciembre los yihadistas sufrieron una gran derrota al perder su bastión en Sirte, en territorio de Libia.

El avance de las diferentes partes implicadas en la eliminación total del estado islámico ha sido rotundo y definitorio en este segundo semestre de 2016. Las derrotas de los islamistas se han ido sumando una tras otra, y solo quedaría ocupar totalmente sus bastiones en Mosul, al norte de Irak, y en  Aleppo y Raqa, al norte de Siria.