en un entorno marcado por la violencia, juan david hernández rojas, un niño mexicano que vive en matamoros, en el estado de tamaulipas, ha decidido tomar cartas en el asunto para protegerse.
este estudiante de 11 años ha ideado una mochila antibalas, que acaba de presentar en el décimo octavo certamen de innovación de tecnología. su objetivo es uno solo: protegerse de las balaceras que se suceden a diario y que la prensa local no deja de reflejar.
según su propia explicación, el estudiante que se encuentre en medio de un fuego cruzado debería agacharse en el piso y colocar el espaldar blindado de la mochila hacia adelante, mientras baja la cabeza y se protege. su bolso para los libros se convierte entonces en un escudo antibalas.
esta mochila también estaría preparada para luchar contra los secuestros, por lo que presenta además un gps conectado al teléfono celular de los padres y una alarma antirrobos.
los delitos sin resolver en méxico ascienden a casi el 95%
según este alumno de la primaria lázaro cárdenas, la idea vino a su mente tras haber sido testigo él mismo de un tiroteo cerca de su escuela, cuando su única forma defensa fue tirarse al suelo y evitar que una bala perdida lo alcanzara.
“una vez nos pasó un hecho de violencia -declaró la maestra iveth morín al diario el universal-, donde los niños se tuvieron que tirar al piso; de ahí se le ocurrió a juan david, quien es uno de mis mejores alumnos. su idea es muy buena porque salvaría la vida de muchos niños”.
al decir de esta educadora, no pocos estudiantes han fallecido en matamoros víctimas de la violencia.
este artilugio elogiado por la secretaría de educación pública cuenta además con una lámpara de mano y una alarma.
tamaulipas, uno de los estados más peligrosos de méxico, presenta un alto índice de asaltos, secuestros y homicidios.
"se me ocurrió porque en mi ciudad las balaceras y los robos son muy frecuentes lamentablemente… por eso invente la mochila de seguridad”, concluyó el menor.
en estados unidos este ha sido un tema de publicidad y debate, después de que en diciembre de 2012, un joven perturbado entrara en la escuela primaria de sandy hook, en newtown, connecticut, y provocara una verdadera masacre que dejó un rastro de 28 personas muertas, veinte de las cuales eran niños muy pequeños.
pocos días más tarde, la oferta de mochilas antibalas se había disparado.