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Niños en Venezuela se desmayan en las escuelas por el hambre

La crisis económica y la escasez de alimentos afecta severamente el sistema escolar del castigado país sudamericano

La creciente ola de ausencias escolares en Venezuela está relacionada con la crisis de alimentos que golpea al país e impide el normal desenvolvimiento de los niños, afectados por los efectos de la desnutrición y las penurias familiares.

Las alarmas lanzadas por maestros y líderes políticos sobre la baja asistencia a las escuelas públicas e incluso desmayos de alumnos en medio de actividades estudiantiles son un reflejo de la escasez alimentaria que enfrentan los hogares venezolanos, como reveló una reciente encuesta independiente.

De acuerdo con un estudio de la firma encuestadora More Consulting, que entrevistó a 2,000 residentes de Caracas, el 48 por ciento de las ausencias de los niños a la escuela se debe a la carencia de comida.

El sondeo fue realizado el pasado agosto a petición del diputado Miguel Pizarro, presidente de la Comisión Permanente de Desarrollo Social e Integral de la Asamblea Nacional. 

La investigación señaló que la decisión de ausentarse de las aulas está motivada porque los niños se sienten débiles por mala alimentación, están acompañando a sus padres en las filas para comida que se prolongan por largas horas desde la madrugada o la familia emplea el dinero del transporte escolar para costear los elevados precios de los alimentos.

Las estadísticas reveladas por la encuestadora indicaron que el 36,5 por ciento de los niños come solo dos veces al día y el 10,2 por ciento sólo una vez. El 11,9% declaró que la única comida que sus hijos recibieron fue la consumida en su escuela, liceo o colegio por un precio de 5 bolívares.

Es decir, que para 964,737 niños, el almuerzo escolar es su único sustento diario.

Aunque casi el 30 por ciento de las personas encuestadas dijo que sus hijos asistían a escuelas privadas, un 17,5 por ciento se confesó decidido a cambiarlos al sistema público y un 5 por ciento de los padres está considerando retirar a sus hijos de la escuela por completo, lo que apunta a una debacle del proceso educativo en el país.

Además de las exigencias alimentarias, el precio para completar una lista básica de suministros para un menor en la escuela primaria asciende a los 111,577.33 bolívares (unos $ 17,7 dólares), lo que representa casi cinco veces el salario mínimo mensual, de acuerdo con datos del Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores.

Testimonios de maestros y padres describen un panorama desolador para el estudiantado venezolano.

Klaireth Díaz, maestra de primer grado en la Escuela  Elías Toro, una de los mayores colegios públicos de Caracas, contó en un reportaje reciente que el pasado año la asistencia a clases fue significativamente baja, con ausencias diarias de al menos 10 en un aula de 30 niños.

Díaz mencionó a un estudiante que todos los jueves se ausentaba de la clase. Cuando le preguntó el motivo de su inasistencia constante, la madre del muchacho le respondió que ese era el día asignado por la familia para comprar alimentos a precios regulados por el gobierno y tenía que hacer la fila desde las 3  a.m.

"Ella me dijo que no podía dejar al niño solo en casa y no tenía a nadie que le llevara a la escuela", relató Díaz.

Díaz también recordó que una vez vio a un niño desmayarse durante un evento cultural. En todo el país, los maestros han dicho que han visto cada vez a más niños que se desmayan o terminan durmiéndose en el aula, porque no han podido alimentarse bien.