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Indignación en México por visita de Trump al presidente

El magnate es ampliamente detestado en México por sus cáusticos comentarios sobre los inmigrantes que llegan al país del norte

- Indignación en México ante recibimiento de Donald Trump por el presidente Enrique Peña Nieto

-Donald Trump se reunirá con el presidente mexicano en México

- Enrique Peña Nieto le había extendido la invitación tanto a Trump como a Clinton

- El encuentro se realizará horas antes de que Trump pronuncie un discurso sobre su política de inmigración

 

CIUDAD DE MEXICO (AP) — México despertó conmocionado ante la noticia de que el presidente Enrique Peña Nieto se reunirá con Donald Trump, el candidato presidencial republicano que calificó a los mexicanos de violadores y criminales y ha prometido construir un muro entre ambos países.

 

Trump responde a Peña Nieto quien lo comparó con Hitler

 
Nadie podía creerlo, desde el vendedor de periódicos al sesudo analista, y las críticas y muestras de indignación no se hicieron esperar.

 

Peña Nieto se niega a construir el muro que quiere Trump

 

María García, una activista a favor de los derechos de los migrantes, madrugó el miércoles para ir a comprar tela para hacer una pancarta y llevarla a una de las varias protestas que se están convocando en contra de la visita. La mujer, que vivió un tiempo en Chicago, tenía muy claro lo que iba a escribir en ella: "Trump, no eres bienvenido".

 

Ese era el mensaje que más se repetía en Ciudad de México y en las redes sociales el miércoles por la mañana mientras se alistaban los actos de rechazo al republicano.

 

Al mediodía no eran muchos los manifestantes en el Ángel de la Independencia, uno de los puntos fijados para protestar, pero su mensaje era contundente.

 

"Los mexicanos han sido tachados como un lastre por este señor, entonces que el presidente de la república lo invite a este país de la mejor manera y se reúna con él en privado es lo peor, una ofensa", dijo Diego García.

 

Los partidos de la oposición, el derechista Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática, también condenaron la visita.

 

Ambos lamentaron que el mandatario mexicano se preste a los intereses de quien Acción Nacional calificó de "un peligro para México" y el Partido de la Revolución Democrática "un mentiroso antimexicano".

 

La ex primera dama Margarita Zavala, que aspira a ser candidata a la presidencia por la derecha mexicana, fue una de las primeras en expresar sus críticas vía Twitter: "@realDonaldTrump aunque lo hayan invitado, sepa que no es bienvenido. Los mexicanos tenemos dignidad y repudiamos su discurso de odio".

 

A su vez proliferaron las exigencias de disculpas por parte del republicano. El destacado historiador Enrique Krauze insistió en que pida perdón "por llamarnos 'violadores y asesinos'" y que "asegure que no construirá el muro ni deportará 11 millones de mexicanos".

 

En marzo, cuando se le preguntó sobre Trump, Peña Nieto se quejó de las expresiones estridentes que buscan soluciones excesivamente simples y sostuvo que ese tipo de lenguaje ha causado penurias en la historia de la humanidad. Agregó que esa era la forma en la que hablaban Benito Mussolini y Adolfo Hitler.

 

Su discurso, sin embargo, se suavizó tras la nominación del republicano y durante su vista a la Casa Blanca Peña Nieto se mostró dispuesto a hablar con cualquiera que ganara las elecciones.

 

Algunos mexicanos conjeturan que Peña Nieto no tuvo otra opción que recibir al candidato luego de emitir una invitación hecha más por protocolo que por convicción. Su aceptación, coincidieron algunos diarios y analistas, tomó al mandatario por sorpresa.

Peña Nieto "quería invitar a Hillary (Clinton), pero eso suponía invitar a los dos y no se le ocurrió que Trump aceptaría primero", explicó el analista Alejandro Hope.

 

Históricamente México se ha mantenido neutral en las elecciones de otro país y por eso invitó tanto a Trump como a Clinton, aunque los mexicanos se inclinan por la demócrata.

Peña Nieto reconoció que había invitado a ambos candidatos y que lo hizo porque cree en el diálogo para promover los intereses de México en el mundo. Pero sus argumentos no han logrado convencer a sus compatriotas.

 

Para el columnista Jorge Zepeda la cita fue "un error monumental" que el republicano utilizará para reposicionarse entre los latinos. "El presidente se expone demasiado porque nunca se sabe qué decidirá Trump dar a conocer y cómo interpretará cada frase. En suma, nada que ganar y mucho que perder. ¿Dónde está el oficio político que se suponía tienen los operadores del PRI (Partido Revolucionario Institucional)?"

 

Otros comentaristas consideraron que el mandatario mexicano ha sido mal aconsejado o van más allá. "Es un acto irracional de dos políticos con problemas de imagen", señaló el analista Raúl Benítez.

 

Desde hace tiempo los mexicanos han hecho -y destrozado- piñatas con la figura de Trump. Incluso crearon un videojuego en que los jugadores pueden lanzar cactus, balones de fútbol y botellas de tequila hacia su figura caricaturizada.

 

Pero también están mayoritariamente descontentos con Peña Nieto que, según un reciente sondeo, cuenta con una aprobación de 23%, el nivel más bajo de todo su mandato y el menor registrado desde que el diario Reforma hace este tipo de encuestas.

 

"Nótese el extraordinario talento para unir al país que gobiernas, en tu contra", le dijo el presidente de la organización no gubernamental Transparencia Mexicana, Eduardo Bohórquez, a través de Twitter.

 

En las calles, la ciudadanía coincidía con los analistas en sus percepciones.

José Luis Villagrán, un auditor de 37 años, dijo que ambos van a intentar sacar rédito político del encuentro. "Trump bajó mucho su nivel de popularidad y creo que viene a ganar el voto latino. Y si suaviza su mensaje Peña lo va a utilizar para decir que lo consiguió él".

 

"No sé por qué tiene que venir si no nos quiere", se quejó Belén Vásquez, un ama de casa de 46 años.

 

"Se me hace muy hipócrita y no servirá de nada. Peña Nieto debería hablar con él si llega a presidente, pero no ahora", coincidió Laura Iniesta, de 24 años.

Graciela Valedón, de 62 años y con familia en Estados Unidos, se mostró menos crítica.

 

"Que lo reciba para que no diga que México no le recibió o le faltó el respeto".

Esta vendedora de periódicos en un cruce de grandes avenidas de la capital aprovechó cuando el semáforo estaba en verde para leer atenta la noticia antes de ofrecer los diarios a los conductores. "Me gustaría que le dijera que no nos cerrara las puertas a todos los mexicanos que van a Estados Unidos ni que nos pusiera una muralla. Que seamos bienvenidos para que ellos también sean bienvenidos a México".

 

Y mientras las redes sociales hervían con menes, bromas, insultos y hasta ingeniosa publicidad como la de un vendedor de tacos que anunciaba como plato del día los "tacos Donald Trump" con "mucha lengua, poco seso y trompita de marrano".