Santa Clara, California.- A pesar de ser una de las activistas que más ha luchado por los derechos de los “dreamers” y por la implementación del programa de Acción Diferida, Lizbeth Mateo podría estar en riesgo de que le sea negada su solicitud para acogerse a DACA, el programa que tanto ha defendido.
En el verano del 2013 esta mexicana de 31 años se arriesgó a perder los beneficios del programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia al viajar a México durante 13 días para visitar a su familia.
Regresó a EEUU liderando el grupo de indocumentados que se conoció como el “Dream 9”, que cobró relevancia nacional. Los jóvenes se entregaron a las autoridades en el cruce fronterizo de Nogales pidiéndole al gobierno que los reconociera “como estadounidenses de corazón” por tener sus vidas en este país.
Tras ser arrestados y permanecer detenidos durante 17 días los activistas fueron puestos en libertad condicional para que procedieran con sus casos individuales.
Lizbeth regresó a estudiar leyes en la Universidad de Santa Clara y se graduó hace un mes. Pero en lugar de estar celebrando, se encuentra defendiendo su derecho a permanecer en este país tras recibir una carta de la oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración en la que le anunciaban la intención de negarle el beneficio de la Acción Diferida o DACA.
A pesar del peligro de quedar sin protección migratoria, dice que no se arrepiente de su viaje, ya que dedicó diez de los 13 días a compartir con sus seres queridos.
"No me puedo arrepentir de poder darle un abrazo a mi abuelo porque él está ya mayor. No quería que un familiar más se me muriera sin poderle decir cuánto lo quiero y cuánto lo he extrañado", indicó Lizbeth.
Por su parte, Luis Ángel Reyes Salvaza, el abogado de Lizbeth, afirma que la salida de la joven a México fue hecha dentro del marco legal, ya que fue “breve, casual, e inocente”, como lo permite la ley. Por esta razón, cuestiona la intención del gobierno de negarle el amparo.
“Nos preocupa y nos hace pensar que hay otra motivación. Hemos escuchado de otros casos de activistas, al igual que Lizbeth, a los que les han negado DACA", dijo el joven defensor, quien también se acogió a los beneficios migratorios de DACA.
Lizbeth asegura que le duele haberle empañado los sueños a sus padres que tanto han sacrificado por darles a sus hijos estudios y una vida mejor. Sin embargo, está decidida a seguir luchando para poder ejercer la abogacía en Estados Unidos y defender a su comunidad.
Dice estar confiada en que ganará su caso ante inmigración para dedicarse al derecho y ganar en adelante los casos de otros como ella.
"Yo creo que puedo contribuir con muchas cosas buenas a este país y a mi comunidad", concluyó.