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Expectativa por reunión de Trump con Ryan, busca apoyo del liderazgo republicano

Donald Trump se reunirá este jueves en la capital del país con Paul Ryan, el congresista republicano líder de la Cámara baja

Donald Trump se reunirá este jueves en la capital del país con Paul Ryan, el congresista republicano líder de la Cámara baja, en un encuentro que ha generado gran expectativa debido a que ambos personajes necesitan uno del otro, pero al mismo tiempo debido a que es muy difícil que lleguen a un acuerdo.

Trump llegará a Washington como el virtual candidato republicano a la elección presidencial de noviembre, posición que normalmente significaría que los líderes republicanos del Congreso y en general los congresistas y senadores de su partido hicieran fila para darle su apoyo. Por fin, es Trump quien ha ganado la primaria y quien llevará la bandera republicana en su desafío con el candidato demócrata -que con toda seguridad será Hillary Clinton.

El problema sin embargo, es que muchos de estos miembros del Congreso -tanto líderes como simples congresistas y senadores- no se sienten cómodos con la candidatura Trump. Bien sea porque les molesta muchas de las cosas que ha dicho Trump, o porque ven que su posición como congresista o senador puede estar en peligro si apoyan al candidato, o incluso porque algunos no consideran a Trump un “verdadero conservador”, el punto es que le niegan su apoyo.

Paul Ryan y Donald Trump cerca de reunirse
 

Falta de apoyo a Trump muestra división de republicanos

 

El congresista Ryan, el Presidente de la Cámara o “speaker” por su término en inglés, está a la cabeza de estos que al menos por hoy se resisten a apoyar a Trump. Y es tal el prestigio de Ryan, no sólo por su posición como el republicano más poderoso en los corredores del poder en Washington, sino también por su reputación como uno de los pensadores del partido, que el encuentro con Trump ha adquirido tal dimensión. No hay republicano que le pueda hacer tanto daño a Trump como Ryan. El punto sin embargo, es que ambos se necesitan.

O aun más, el partido republicano mismo necesita que Trump y Ryan hagan las paces. Es no sólo la elección presidencial la que está en juego, sino también el futuro del partido republicano.

Trump llega a la mesa de negociación no sólo con su candidatura en la mano sino con el apoyo de las bases con la cuales ha ganado la primaria. Ryan por su lado, es miembro distinguido del llamado “establishment” del partido, líder de los casi 250 congresistas que comanda como “speaker”. 

Pero además, Ryan representa también muchas de las otras bases, tanto votantes de a pie como donantes millonarios, que no apoyaron a Trump.

Una guerra, una falta de entendimiento o al menos ausencia de paz entre estos sectores puede tener brutales consecuencias para los republicanos.


Trump no gastó en campaña tanto dinero como sus rivales 
 

Trump, el presunto nominado del partido republicano

 

No sorprende entonces dichos como el del congresista republicano de Idaho, Raúl Labrador, quien señaló que Ryan “necesita encontrar un camino para juntar al partido”. Ryan “es el líder del partido y ahora hay un presunto nominado. Ambos tienen que trabajar juntos”, añadió el congresista quien sí ha dado su apoyo a Trump.

La gran pregunta es hasta donde cada parte o cada personaje está dispuesto a ceder en aras de esta “unidad” del partido. Ryan de seguro demandará que Trump modifique su lenguaje o algunas de sus posiciones -dejar de hablar del ‘muro’, de insultar a los inmigrantes mexicanos, no hablar más de no aceptar musulmanes en USA, etc.-. 

El problema con esta demanda es que no es tan fácil para Trump cambiar estas posiciones. Sus bases en gran medida lo eligieron precisamente por muchas de esas cosas que dijo en la primaria y modificarlas sería traicionar la plataforma que lo llevó a la candidatura. No queda claro entonces qué puede ofrecer Trump a Ryan en el encuentro del jueves para satisfacer al “speaker” de la Cámara.

Al mismo tiempo sin embargo, Trump no puede darse el lujo de segur enemistado con el liderazgo partidario. La campaña presidencial es algo inmenso que necesita del apoyo del partido -dinero, organización, militantes, etc.-, cosas que Trump no tiene en abundancia y sin las cuales será muy difícil que pueda desarrollar una campaña competitiva (En Washington, Trump se reunirá también con el presidente del partido Reince Priebus).

Hispanos aseguran que se "defenderán con votos" contra retórica de Trump
 


Donald Trump celebra el 5 de Mayo comiendo taco
 

Y hay también otro elemento que no puede ignorarse en este tira y afloja entre Trump y Ryan: la elección presidencial de 2020. Ryan es uno de los potenciales candidatos, lo cual hace que ese factor de la elección entre en sus consideraciones al negociar con Trump.

Por un lado, Ryan no verá con buenos ojos que haya una guerra civil dentro del partido si no se apoya a Trump y que él como “speaker" sea visto como el responsable de la misma. Pero también, tampoco le gustaría dar su apoyo a Trump sabiendo que muchos congresistas y senadores -y otras bases partidarias- siguen sin estar convencidos de la candidatura Trump (mucha de esta gente es la que no considera a Trump un ‘verdadero conservador’).

Quizá lo que resulte de la reunión del jueves sea una tregua o una pausa en la que ni Trump ni Ryan salen victoriosos y donde sólo se dice que trabajarán juntos en aras de la unidad partidaria. Que será más tarde -durante la convención para el caso- donde se tomará la decisión de si apoyar a Trump.