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Burlas a latinos traen a la mesa el racismo en EEUU y la retórica de Trump

La renuncia del agente del departamento del sheriff de Los Angeles que se burló de latinos y afroamericanos, ¿un caso aislado?

Surgen varias preguntas ante el incidente en Los Angeles en el que un alto funcionario del Departamento del Sheriff se ha visto obligado a renunciar debido sus mensajes de correo electrónico en los que se hacen comentarios burlones y negativos sobre Musulmanes, afro americanos y Latinos.

Mensajes por cierto, que alguien pudiera pensar que tienen también un elemento de racismo. 

“El viernes pasado hice mi examen de biología. Me preguntaron que mencionara dos cosas que son encontradas comúnmente en las celdas (‘células’ en español pero ‘celdas’ en inglés). Aparentemente, ‘Negros’ y ‘Mexicanos’ NO eran las respuestas correctas”, se lee en uno de los mensajes que el funcionario recibió y que un día después reenvío a otra persona. La implicación es que a juicio de quien escribió el mensaje los “negros” y los “latinos” son los que pueblan las cárceles.


¿Será que son únicamente los que reciben la ofensa -en este caso los latinos y los afro americanos, los que ven lo “problemático” del mensaje?

El Sheriff McDonnell para el caso, dijo en un principio cuando estalló la controversia -los e-mails fueron publicados la semana pasada por el diario Los Angeles Times- que no tenía planes de sancionar al oficial en cuestión -Tom Angel. 

Y Angel por su parte, señaló que no tenia intención de burlarse o hacer ver mal a nadie y que todo era asunto de sus mensajes personales. Que había sido algo “desafortunado” que sus mensajes hubiesen sido obtenidos por el periódico y luego vistos y leídos por el público.

Fue únicamente cuando hubo presión de los grupos comunitarios y activistas que el Sheriff McDonnell se vio obligado a actuar. “Este es un incidente que encuentro muy problemático”, aceptó el funcionario. “Nos recuerda que nosotros y otras agencias de seguridad pública tenemos todavía mucho trabajo por hacer”.

La otra pregunta que surge es si la conducta de Angel es algo aislado o es cosa común en el cuerpo de oficiales del Departamento del Sheriff de Los Angeles. Aparentemente el Sheriff McDonnell piensa que posiblemente haya otros en el cuerpo policial que comparten las ideas de Angel ya que una de las medidas que ordenó luego del escándalo es que se harán revisiones al azar de las cuentas de correo electrónico de los uniformados.

Compartiremos pensamientos e ideas con los grupos de la comunidad, explicó McDonnell, “para ver cómo mejoramos nuestro entendimiento de las variadas culturas y orientaciones y profundizamos nuestra apreciación de las muchas etnias y religiones que son parte vibrante de la población que servimos”.

Suenan bien estas medidas, con todo, llama la atención que se den únicamente por el escándalo surgido, cuando que el Condado de Los Angeles es uno de los más diversos en la nación. Pero lo es no de ayer, sino desde hace décadas. Los latinos para el caso, no llegaron hace dos días al Condado de Los Angeles, lo mismo puede decirse de las diversas comunidades de musulmanes o de afro americanos que ahí residen. 

La mayoría de mensajes en el centro de la controversia por cierto, tienen que ver con los musulmanes. En uno para el caso, se hace un recuento de toda una serie de acciones violentas hechas por musulmanes -9/11 y otras-. El que escribe se lamenta luego de que los estadounidenses no quieren ofender a nadie, “particularmente (a) fanáticos con la intención de matar” y que por ello se prohibe el “perfil racial” en los aeropuertos.

“Hay que dejar solo a los devotos musulmanes o sino ser declarado culpable de perfil racial”, sigue el mensaje titulado de manera irónica “Musulmanes, hay que quererlos, y no se les puede castigar”. Este mensaje al igual que el otro fue recibido por Angel y reenviado más tarde.

En otro más, se pretende explicar -siempre según el mensaje- por qué “los terroristas musulmanes están tan listos para cometer suicidio”. Es porque no tienen “Navidad, televisión”, no mujeres desnudas, no futbol, no cerdo, no hot dog, no cerveza, no jamón, no pueden quitarse el tufo de burro, y una larga lista de otras cosas que supuestamente tienen o no tienen los musulmanes.

Otro mensaje habla de que se hará en Texas una versión del programa de televisión “Survivor” y en el cual los competidores manejarán un coche por varias ciudades del estado con calcomanías en las que entre otras cosas se leerá: “Soy un demócrata”, “Amnistía para ilegales”, “Reelijan a Obama en 2016”, “Todo es culpa de Bush”, “Estoy aquí para confiscar sus armas”. El primer concursante que “regrese -VIVO- a Dallas será el ganador”, sigue el mensaje.


Otra pregunta que surge en todo este escándalo en Los Angeles es si estos comentarios de burla, de racismo escondido o indirecto o como se le quiera llamar, han adquirido hoy más vigencia o están mas en la discusión pública debido a lo que se discute en la campaña presidencial, en particular a lo dicho por Donald Trump precisamente contra musulmanes y latinos.


No es casualidad que políticos como Hillary Clinton no sólo hablen del tema sino que incluso vayan más lejos utilizando un término que rara vez se usa en el discurso político estadounidense: racismo. “La larga lucha de Estados Unidos contra el racismo no ha terminado, y lo estamos viendo en esta elección”, señaló Clinton hace unos días.

Sucede que los mensajes de Angel fueron escritos y enviados y reenviados mucho antes de que apareciera el Donad Trump candidato presidencial y sus comentarios sobre latinos y musulmanes. Es decir, lo de este ex funcionario del Shérif de Los Angeles, fue mucho antes de Trump. Para bien o mal sin embargo, lo que ha hecho Trump es que hoy al menos se hable más sobre un tema que como sugiere Clinton la sociedad estadounidense tiene pendiente de resolver.

O aun más, que lo de Trump y sus pronunciamientos haya hecho que todo el mundo hoy sea más sensible al tema del racismo, la discriminación y la burla a otros grupos étnicos o religiosos. Así como sus seguidores hacen público hoy a gritos cosas que quizá sólo expresaban en su vida privada y personal, igualmente los que “sufren” o son objeto de las ofensas del candidato pueden recordarle a la sociedad toda que esas actitudes o conductas siempre existieron. Es sólo que hoy Trump las ha puesto en la discusión pública.

Lo del Sheriff de Los Angeles entonces y su despedido o renunciado asesor es parte de la discusión sobre esta materia pendiente que el país tiene. Un tema que es espinoso y molesto: el racismo -nunca directo, sino escondido y debajo de la alfombra, pero existente- en muchas esquinas de la sociedad.