La selección mexicana de fútbol tiene un nuevo entrenador de cara a la eliminatoria para la Copa del Mundo del 2018 ¿Será cierto?
Bueno, al menos según el propio interesado, el colombiano Juan Carlos Osorio, sí es cierto. El mismo Osorio lo anunció en Sao Paulo, Brasil, al despedirse de la afición paulista donde entrenaba al club del mismo nombre.
“Formalizo mi vínculo con la Selección Mexicana”, reveló Osorio. “A partir de hoy comienzo a trabajar con México rumbo al Mundial de Rusia 2018”, agregó.
Lo extraño de esto es que la propia Federación Mexicana de Fútbol, que es la que debería de haber anunciado la contratación del técnico colombiano, ha guardado silencio. Un síntoma más si se quiere, de la crisis organizativa por la que pasa el fútbol azteca. Nada mas ni nada menos que el fútbol más rico del continente, donde se pagan los más altos salario a entrenadores y jugadores, no parece tener una política básica de comunicación.
Hay que asumir que es cierto lo de Osorio. Que el técnico, un hombre serio más allá de cualquier cuestionamiento sobre su capacidad como entrenador, no se prestaría al ridículo de anunciar algo de lo cual no estaba seguro.
Ya tendrá la Federación sus razones para guardar este penoso silencio. Será que no quieren aceptar que Osorio fue algo así la última opción ya que a todos los técnicos que tenían en sus planes originales dijeron no a la oferta del fútbol mexicano.
Se habla de que se intento contratar al argentino Marcelo Bielsa, al también argentino Jorge Sampaoli entrenador de la selección de Chile, al italiano Carlo Ancelotti, o incluso al alemán Jurgen Klopp, quien hasta hace unos días estaba desempleado -hoy se anuncia que entrenará al Liverpool.
Así las cosas, vale preguntarse pero ¿quién Osorio? ¿De donde viene y qué es lo que ha ganado para ocupar el cargo de entrenador del “Tri”?
¿Es cierto que es uno de los entrenadores más inteligentes, más preparados y más estudiosos del fútbol internacional? Al menos en el papel todo esto es cierto.
Osorio tiene una reputación al menos de ser un tipo preparado y estudioso. Lo de inteligente es algo tan relativo que es difícil dar una respuesta definitiva, aun peor en un terreno como el fútbol en donde la supuesta “inteligencia” va en relación directa a lo que se gana. Si alguien gana campeonatos es un genio del fútbol. Si alguien no consigue buenos resultados, es un burro al cual hay que despedir.
El técnico colombiano se preparó en Inglaterra donde hizo estudios superiores de educación física y luego fue parte de los equipos técnicos del Liverpool y el Manchester United -sí, el mismo Manchester United del legendario sir Alex Ferguson y el Liverpool del no tan legendario pero sí gran entrenador, el francés Gerard Houllier-. Más tarde Osorio obtendría su licencia de entrenador tipo “A” de la UEFA (el organismo que rige el fútbol europeo).
En una frase, hay quizá pocos entrenadores en el mundo entero con las credenciales y la preparación tanto teórica como práctica que tiene Osorio.
De las aulas en una Universidad de Liverpool a las canchas, vestidores y pasillos de los míticos estadios de “Old Trafford” del Manchester United y “Anfield” del Liverpool, dos de los equipos históricos del fútbol inglés e internacional.
El problema por supuesto es que en fútbol de nada valen las credenciales académicas, la experiencia, los años de estudio, desvelo o jornadas de sol a sol si al final no se obtienen buenos resultados. Y aquí la trayectoria de Osorio es más complicada.
Un sólo dato: es sólo en Colombia donde ha ganado algo. Pero es ahí mismo donde nunca ha entrenado a la selección nacional. O aun peor, ni siquiera ha entrenado a selecciones de países centroamericanos o sudamericanos como varios de sus colegas colombianos.
En fin, el salto al mando del Tri es a lo menos, controversial.
Osorio entrenó en la liga estadounidense de fútbol profesional -la MLS por sus siglas en inglés- y no tuvo mayor éxito, primero con el Chicago Fire y luego con los New York Red Bulls. Fue luego al Puebla del fútbol mexicano y sólo duró 11 partidos.
Sería únicamente en Colombia, a donde llegó en 2012 donde ganó campeonatos. Fue entrenador del Atlético Nacional y salió campeón en varios torneos del fútbol colombiano. En mayo del 2015 fue contratado por el Sao Paulo donde obtuvo alrededor de un 50% de efectividad.
Una de las cosas por las que Osorio es conocido es por los famosos “papelitos”. Sucede que el entrenador se comunica con los jugadores durante los partidos enviando mensaje escritos en pequeños pedazos de papel. Osorio utiliza dos colores de tinta: si el mensaje es en rojo es algo que tiene que ver con los movimientos del rival. Si es en azul, algo sobre los jugadores de su equipo. Detalle excéntrico si se quiere, pero que refleja la obsesión conque Osorio entiende el fútbol. Un tipo enamorado de la táctica, del estudio del rival y de la planificación de los movimientos de sus jugadores.
Más allá de los antecedentes del “profe” -así se le conoce en el medio futbolero, quizá por haber sido en algún momento de su carrera preparador físico-, el desafío al frente del Tri será enorme.
Para comenzar es un Tri que viene jugando mal. Que tuvo una mala actuación en la Copa América y que aunque ganó la Copa de Oro no convenció a nadie. Un Tri además, que siempre esta enmedio de los intereses comerciales de la Federación -de ahí tantos partido en Estados Unidos- y los intereses meramente futbolísticos. Y por supuesto, un Tri también enmedio o blanco de la brutal crítica de la prensa deportiva mexicana.
Osorio tiene que demostrar que más allá de sus conocimientos y experiencia tiene el talante de un técnico de selección nacional. Alguien que comande el proyecto nacional de selección y que al mismo tiempo que motive a los jugadores consiga que la afición y la prensa acompañen al seleccionado.
Nunca es lo mismo entrenar a un equipo de club que a una selección nacional. Su estreno y aterrizaje con el Tri serán ciertamente brutales. La eliminatoria para la Copa del Mundo del 2018 está a la vuelta de la esquina, se inicia el mes próximo. Suerte al “profe” y sus “papelitos” quien está hoy en el ojo del huracán del fútbol mexicano.