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Mayoría de latinos encuentra ofensivos e insultantes los comentarios de Donald Trump

Lo que dice además, ha hecho que se amplíe la distancia entre los latinos y el partido republicano, según encuesta de NBC/ Telemundo/ Marist

Una gran mayoría de latinos opina que muchas de las cosas que dice Donald Trump son no sólo ofensivas e insultantes, sino que además, el hoy líder de los aspirantes republicanos a la presidencia no es el tipo de mandatario que la nación necesita.


 
Los resultados de la última encuesta de NBC/Telemundo y la casa encuestadora Marista confirman la distancia cada vez mayor que se está creando entre los republicanos y el público latino. Un público que casi en los mismos porcentajes muestra su rechazo a las varias facetas del llamado “fenómeno Trump”.
 

Resumen de los resultados de la encuesta de NBC/Telemundo/Marist


El 70% de los encuestados dice tomar lo dicho por Trump como un insulto, el 69% lo rechaza como un eventual presidente y el 65% opina que el magnate de bienes y raíces le está haciendo daño a la imagen del partido republicano.
 


Entre los temas que Trump ha tocado y que en consecuencia se han insertado con gran fuerza en la opinión pública gracias precisamente a ese “fenómeno Trump”, está el de los hijos de indocumentados nacidos en Estados Unidos.


 
Estos son niños o niñas que en los círculos anti inmigrantes son referidos como “anchor baby” por su término en inglés, o “bebé ancla”, en referencia a los supuestos derechos que adquirirían los padres de ese bebé nacido en el país.


 
Trump ha dicho que vía la Suprema de Corte de Justicia hará que se anule este derecho que ha existido en la Constitución de Estados Unidos desde finales del siglo XIX.


 
Según la encuesta de NBC/Telemundo, el 83% del público latino es de opinión que tal derecho debe seguir tal como está.


 
Llama la atención sin embargo, que no obstante lo mucho que se ha hablado del tema en las últimas semanas –de nuevo, gracias a que Trump lo trajo a cuenta-, el 62% del público en general señala que este derecho a ser ciudadano estadounidense de manera automática independiente del estatus migratorio de los padres, debería continuar sin modificaciones. Es posible que estos porcentajes relativamente altos de aceptacion tengan que ver con que una cosa es la retórica anti inmigrante a nivel general y otra lo que la gente opina de los aspectos particulares del tema.


 
El término “anchor baby” por otro lado, es considerado ofensivo por un 56% de latinos.


 
Entre el público en general hay división al respecto: un 48% lo considera ofensivo pero un cercano 44% opina que el término “anchor baby” es una descripción correcta de alguien que cruzó la frontera de manera illegal y que tuvo luego el hijo(a) en el país.


 
Otro tema que también aborda la encuesta de los que igualmente han surgido en las últimas semanas debido en gran parte al “megáfono” que genera todo lo que dice Trump es el de las llamadas “ciudades santuario”. Estas son las ciudades que han adoptado algún tipo de ley u ordenanza mediante la cual se prohibe a sus policías que apliquen las leyes de inmigración, básicamente protegiendo a los indocumentados de eventualmente ser deportados.


 
El 66% de latinos opina que tales ciudades deberían de seguir existiendo.


 
Entre la población en general también hay división en este tema: un 43% considera a estas ciudades como algo necesario y que además deberían seguir dando servicios a los indocumentados. Un 48% sin embargo, considera que los indocumentados deberían ser deportados con lo que se eliminaría la necesidad de que existan las “ciudades santuario”.


 
Uno de los efectos de este “fenómeno Trump” ha sido no sólo el que muchos latinos muestren su rechazo al magnate y al partido republicano, sino además el que se interesen en la elección presidencial cuando falta más de un año para la elección misma. Será cuestión de los estrategas de cada campaña ver cómo aprovechan éste inusual interés de un público que hoy constituye ya alrededor del 13% del electorado.


 
Con Trump a todo vapor –sigue en primer lugar según varias encuestas, incluyendo la de NBC/Telemundo y otra de ABC/Washington Post- los republicanos tendrán ciertamente un problema con los votantes latinos. Votantes que el mismo partido señaló en su examen post-mortem después de la elección presidencial de 2012 que necesitaba en buen número si quería recuperar la Casa Blanca. No queda claro cómo el partido republicano podrá sanar estas heridas que ha abierto Trump.

Los demócratas por su lado, en particular Hillary Clinton, se aprestan a sacar ventaja de esta molestia de los latinos con los republicanos. Clinton es no sólo ya muy popular con los latinos, sino que además se habla ahora de que la campaña iniciará pronto una estrategia de golpeteo a los republicanos utilizando mucho lo que ha dicho Trump.

Algo que queda claro de éste "fenómeno Trump" es que el ascenso del magnate en las preferencias de los republicanos -un 'terremoto político' literalmente- no ha sido algo que se limita en sus consecuencias al interior del partido mismo. En este caso, las ondas de destrucción han tocado brutalmente, sino es que destruido, la estrategia del partido de acercarse a los latinos.