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Donald Trump perdería por amplia diferencia el voto latino ante Hillary Clinton o Joe Biden, según encuesta de NBC/Telemundo.

El magnate perdería 69% a 22% entre los votantes latinos, según encuesta de NBC/Telemundo y la encuestadora Marista

Donald Trump podrá seguir adelante en las preferencias de los republicanos, pero sus problemas con los Latinos no terminan, bien sea contra Hillary Clinton o contra una potencial candidatura de Joe Biden, el magnate perdería a gran distancia el voto latino, según la ultima encuesta de NBC/Telemundo y la encuestadora Marista.

Contra Clinton, la favorita de los demócratas para ganar la nominación presidencial, Trump perdería 69% a 22% entre los votantes latinos.

Contra el vice presidente Biden, quien en este momento no es candidato pero del que cada día se habla más de que podría lanzarse al ruedo de la carrera presidencial, Trump también pierde el voto latino, en este caso 71% a 20%.

Aun cuando en general estos resultados no sorprenden debido a la pésima imagen que Trump tiene entre mucho del público latino debido a lo que a dicho sobre los inmigrantes y México, hoy adquieren más peso debido a que con el pasar del tiempo la candidatura de Trump como abanderado del partido republicano se ha vuelto una posibilidad más seria.

En la última encuesta entre los republicanos de hace un par de días para el caso -de la cadena CNN-, Trump obtenía el 32% de las preferencias de los encuestados, siendo la primera vez que un candidato republicano sobrepasaba el 30%. Trump además, era visto como un posible ganador de la nominación presidencial por una mayoría de republicanos.

En un frase: no de es de locos pensar que Trump pueda ser el candidato republicano.

Y el problema con esto vis a vis los resultados de la encuesta de NBC/Telemundo/Marista es que el partido republicano sabe muy bien que es muy difícil ganar la elección presidencial sino consigue cierto porcentaje del voto latino.

Al menos un 40% como consiguió el presidente George W. Bush en la elección de 2004, o quizá aun más.

Pero nunca el 27% o menos que obtuvo el candidato Mitt Romney en la pasada elección.

O aun peor, el 22% que hoy consigue Trump contra Clinton. Y ya no digamos el 20% contra Biden.

Ante esta realidad el partido republicano pareciera estar paralizado. No se atreve a llamarle la atención a Trump por sus ataques a los latinos -insultos, según muchos- debido a que por un lado teme que las bases partidarias reaccionen con enojo ya que se supone que muchos de ellos comparten lo dicho por el magnate de bienes y raíces.

Por otro, teme también la reacción del propio Trump quien cada vez que es atacado de una manera u otra sale ganando la partida haciendo uso de las redes sociales, de la gran atención que le da la prensa y en especial del poder decir cosas que normalmente hundirían a cualquier otro candidato.

En este sentido vale rescatar lo dicho por el ex gobernador de Texas Rick Perry en su discurso del viernes donde anunció que se retiraba de la competencia por la nominación presidencial republicana (el primero que lo hace de los 17 que compiten).

Mucho del discurso de Perry es la típica visión republicana y conservadora de un gobierno pequeño, de pocos impuestos, de críticas a todo lo que ha hecho Obama y a los estados liberales de California y New York, y un largo etc. de como los republicanos ven el mundo. Ahí en medio de lo dicho sin embargo, hay una referencia a los latinos. Perry no menciona a Trump pero es claro que es su respuesta a lo que ha dicho el magnate sobre los inmigrantes.

“El degradar a la gente de herencia hispana es no sólo ignorancia, (sino que) traiciona el ejemplo de Cristo”, señaló Perry, quien también habló de como para los cristianos es “una obligación” la de amar a sus vecinos “no importando de donde vengan”.

“Nosotros podemos hacer valer nuestras leyes y nuestras fronteras, y podemos amar a todos los que viven dentro de nuestras fronteras sin traicionar nuestros valores”, añadió Perry en lo que se considera el último discurso en su vida como político (Perry fue gobernador durante 14 años y este era su segundo intento de alcanzar la nominación presidencial).

Perry además, llama la atención sobre que es el momento de “elevar el debate” público y dejar atrás “los insultos” y las frases altisonantes “sin soluciones”.

De nuevo, sin mencionarlo la referencia a Trump es clara. Es a Trump a quien se critica por los insultos y por su lenguaje rimbombante que cae bien en las bases republicanas pero que no ofrece soluciones a los grandes problemas de la nación.

Es posible que el ejemplo de Perry sea tomado por otros candidatos y que en el próximo debate republicano alguien tome la bandera del ex gobernador y cuestione a Trump por sus ataques o insultos a los inmigrantes latinos. Con todo, de seguro que todos ellos no pierden de vista que Perry precisamente fue el primero que ataco a Trump y hoy por supuesto es el primero que tira la toalla en la carrera presidencial.

Entretanto, Clinton, Biden y los demócratas en general, de seguro que ven con satisfacción lo que muestran estas encuestas como la de NBC/Telemundo/Marista: gracias a Trump los Latinos están cada vez más lejos del partido republicano.