Hillary Clinton es por largos márgenes la candidata preferida entre los votantes demócratas y la que vencería en la elección presidencial a cualquiera de los principales candidatos republicanos, según una encuesta de NBC News/el diario Wall Street Journal y la cadena Telemundo.
Clinton igualmente, obtiene altos índices de aprobación con el público Latino, el que en un 57 por ciento la ve de manera “muy positiva” o “positiva”.
Dentro del partido demócrata la popularidad de Clinton es del 75%, muy lejos del segundo, el senador Bernie Sanders, quien únicamente obtiene el 15% de las preferencias.
Lo de Clinton sorprende en cierta manera ya que por un lado su campaña se ha visto envuelta en varias controversias que se suponía le traerían efectos negativos con los potenciales votantes, la principal de estas la disputa sobre el supuesto mal manejo de muchos de sus mensajes de correo electrónico de cuando era secretaria de Estado.
Igualmente, otras varias encuestas -reiterado en la encuesta de hoy- en las que Clinton ha visto subir sus “negativos” debido a que mucha gente la ve como alguien en quien no se puede confiar y que algo esconde en su actividad como figura pública. En la encuesta de NBC/WSJ/Telemundo para el caso, Clinton es vista de manera negativa por el 48% de los encuestados, una subida del 8% respecto del mes pasado.
Con todo, gracias en parte a esa formidable ventaja entre los demócratas, con apoyo clave no sólo de Latinos sino también de mujeres y afro americanos, Clinton derrotaría al ex gobernador de la Florida Jeb Bush 48% a 40% . Clinton también vencería al gobernador de Wisconsin Scott Walker 51% a 37% y al senador por la Florida Mario Rubio 50% a 40%.
“Ella (Clinton) comienza con ventajas entre grupos muy importantes”, detalló Bill McInturff, uno de los dos encuestadores que tuvieron a su cargo el sondeo de opinión de NBC/WSJ y Telemundo. Clinton, añadió McInturff, está en una posición de lo más “fuerte y ventajosa” que el ha visto en sus más de tres décadas realizando encuestas.
Este escenario favorable que pinta la encuesta para Clinton sin embargo, se da en momentos en que la ex jefe de la diplomacia estadounidense y ex senadora es objeto indirecto del comentario en el mundo político debido a que el fin de semana hubo varias notas de prensa donde se habla que el actual Vice presidente Joe Biden estaría considerando lanzarse como candidato presidencial por el partido demócrata.
Una de las supuestas razones por las cuales Biden entraría en la carrera presidencial sería porque precisamente ha visto una oportunidad en esos “negativos” de Clinton, lo mismo que por los relativamente malos resultados que Clinton obtuvo en algunas encuestas hechas en Iowa y New Hampshire, los dos primeros estados donde habrá caucus y primaria en el calendario oficial de la elección presidencial de 2016.
Un detalle que llama la atención es que aun dentro de los Latinos estos negativos sobre Clinton han subido sobre lo que fueron el pasado junio -el mismo 8% de la población en general-, lo que estaría sugiriendo que Clinton tiene un problema que va más allá del grupo de votantes de “hombres blancos”, que han sido siempre los que menos simpatía ha mostrado por la ex primera dama.
Solo el tiempo dirá si lo de Clinton se desarrolla por lo que es para ella y su campaña el lado positivo de la encuesta -que es popular con la inmensa mayoría de demócratas y que derrotaría a cualquiera de los republicanos-. O por el contrario, sigue “el ruido” sobre sus negativos, en particular la desconfianza que genera, y lo que es ahora una formidable campaña presidencial con infraestructura en toda la nación y con decenas de millones de dólares en el banco se descarrila y termina en la nada.
Del lado republicano, no obstante que por hoy es el magnate Donald Trump el que se ubica en primer lugar en las preferencias del publico, el principal apoyo en el largo plazo -a quien se apoyaría cuando llegue la hora de votar- es para gente como Bush y Rubio.
Rubio en particular obtiene buenos resultados en términos de ese apoyo futuro, lo que indicaría que el gran desafío de Rubio ahora es sobrevivir -políticamente- lo que resta del año de campaña. Si el senador llega entero, por decir algo, a New Hampshire o Carolina del Sur (otra de las primarias iniciales), tendrá buenas oportunidades ya que muchos republicanos dicen que lo apoyarían.
Sobre Bush una de las cosas que destacan es que similar a Clinton, el hermano del ex presidente George W. Bush también tiene relativamente altos “negativos” -40% entre todo el público-, sólo superado por Trump con el 56%.
No por casualidad un 61% de los encuestados señala que una tercera presidencia de un Bush los haría sentirse o bien “inciertos” o “pesimistas y atemorizados”.
Dentro de todo, la encuesta da signos positivos para Bush. Por un lado, el 50% de los republicanos que dicen que votarán en la primaria le dan su apoyo y sus negativos con este público son de sólo el 23%.
Pero quizá uno de los datos más importantes para Bush es que entre los Latinos, el candidato casado una mujer de origen mexicano y quien se da el lujo de dar entrevistas completas en español -la recién con José Díaz-Balart de Telemundo-, es visto de manera positiva por un 30% del público.
Es cierto, Bush tiene negativos del 29% con este mismo público, pero el punto es que un candidato republicano sólo necesita de alrededor del 40% del electorado latino para ganar la elección. Con ese 30%, Bush al menos está ya adelante del 27% del voto latino que obtuvo su colega republicano Mitt Romney en 2012.
Un detalle para el récord histórico es que entre los Latinos la única figura política que sobrepasa en popularidad a Clinton es el Presidente Obama. El mandatario es visto de manera positiva por el 59% de los Latinos.
Y menos histórico pero sí clave para explicar un tanto lo que podría ser el voto Latino en la elección de 2016, el partido demócrata obtiene el 51% de positivos entre los Latinos contra únicamente el 25% del partido republicano -el efecto ‘Donald Trump’, diría alguien.