En la suela de tus zapatos, y en la mía también, hay una bacteria denominada C. difficile que te puede producir diarreas.
De acuerdo a un estudio de la Universidad de Boston, esta bacteria apareció en el 39 por ciento de las suelas de los zapatos y en el 40 por ciento de las entradas de casas que fueron examinadas
Tal y como el nombre sugiere, C. difficile no es fácil de curar porque en muchas ocasiones es resistente a los antibióticos. Una infección con esta bacteria además de producirte diarrea puede incluso causar inflamación del colon.
Los zapatos se contaminan por diversas fuentes, entre ellas la materia fecal de los animales -como la de las aves- perros o gatos que hacen sus necesidades a la intemperie.
La investigación, publicada en el ‘New England Journal of Medicine', sugiere que cerca de medio millón de personas se infectan con C. difficile cada año en los Estados Unidos.
Esta bacteria es muy sensible al oxígeno y las esporas son casi indestructibles, además puede sobrevivir durante meses en superficies secas.
Cuando las personas ingieren esta bacteria sin darse cuenta (por ejemplo, si se caen al suelo y luego tocan la comida con las manos infectadas) corren el riesgo de enfermarse.
El Centro para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) recomienda usar cloro para desinfectar las superficies, pues los desinfectantes comunes que se usan en los hospitales no desinfectan completamente.
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