La Habana, 2 de junio.- El futbol junta gentes, aporta excelente publicidad, patrocinadores incluidos, ayuda a restaurar relaciones deterioradas, con la ganancia de que no estamos hablando de política, es sólo deporte. Para el club Cosmos de Nueva York es una lección sabida y Cuba... se deja querer.
Cualquier lector pensará que es un despropósito iniciar una nota “deportiva” sin consignar el resultado del partido, pero es que en el estadio habanero Pedro Marrero los dos equipos habían asegurado por anticipado la victoria de sus intereses.
El rey Pelé subrayó que el juego tenía lugar “en un momento importante” en el cual “Estados Unidos y Cuba están haciendo las paces”, y la coyuntura del inminente restablecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países ha sido el permanente telón de fondo del “histórico” encuentro.
Como en las conversaciones políticas entre Washington y La Habana, en esta incipiente conexión futbolística entre el Cosmos y Cuba, al decir del comisionado de la Liga Norteamericana de Fútbol, Bill Peterson “todo estaría sobre la mesa” de cara al futuro.
Las autoridades futbolísticas cubanas le han dado la bienvenida a los norteños y coinciden en la relevancia del partido, fundamentalmente por la contribución de mejorar el entorno de la recomposición de los nexos cubano-estadounidenses.
Y, como en las complicadas y a veces enigmáticas negociaciones en curso, simbólicamente se proyecta como un contrasentido que el primer gran evento deportivo, luego del inicio “del deshielo” bilateral con los anuncios del pasado 17 de diciembre, no sea a base de un estentóreo grito de “strike”, sino a ritmo de silbatos.
Ya sonarán los bates beisboleros. Pero ahora volvamos a la diplomacia futbolística con sordina: Cosmos aprovechó el impasse de su liga, donde está en la cima, para hacer “una práctica caliente” en el Caribe y de paso vestirse con traje de embajador en un momento adecuado.
Cuba tuvo un exigente encuentro de preparación antes de la Copa de Oro- con sede en Estados Unidos y Canadá entre el 7 y el 26 de julio próximos- y ensayó su juego con la falta de cuatro jugadores sancionados por dos años y del líder goleador de su liga nacional, que no es tomado en cuenta por los seleccionadores isleños.
Pero esos son detalles.
Lo que queda es que luego de 37 años –Chicago Sting- otro gran equipo estadounidense de “soccer” juega en Cuba fijando una marca histórica: Cosmos es la primera organización profesional deportiva que llega en los albores de lo que se supone será una nueva era entre los dos países.
No, no se me olvida. La pizarra del Marrero reflejó Cosmos 4– Cuba 1.