Disculpa hijo, pero eso es para tu hermana
Una reciente investigación muestra que cuando la economía es inestable, los padres gastan más dinero en las niñas que en los niños. El estudio, que se publicará próximamente en el Journal of Consumer Research, encontró que la evolución biológica golpea cuando hay tiempos difíciles y los padres tienen recursos limitados para destinar a sus hijos.
Cuando a los sujetos del experimento investigativo se les convidó a pensar en una economía en recesión, ellos mostraron gran probabilidad de dejar más a las niñas en sus testamentos. También se manifestaron más propensos a gastar dinero en comidas saludables, actividades extracurriculares y apoyo para las niñas.
El análisis de los gastos en ropa de niños y el PIB mostró que el gasto correspondiente a las niñas aumentó en casi un 20 por ciento cuando estaba mal la economía. "Lo que sucede es... que los padres están como desmarcando a los varones y favoreciendo a las niñas", dijo Kristina Durante, autora principal del estudio y profesora asistente de mercadeo en la Universidad de Texas, en San Antonio.
Durante lo llama en su estudio "inversión reproductiva". Históricamente, los varones han tenido una mayor probabilidad de llegar a adultos y nunca tener hijos. Las niñas tendían más a darle nietos a sus padres, lo que hace que la inversión en ellas sea una apuesta más segura. "Para los varones, la aptitud reproductiva está más ligada al estatus que en las mujeres", dijo Durante.
En un experimento que tuvo en cuenta la edad, los investigadores hallaron que los padres eran proclives a dar recursos a las mujeres adolescentes que a los adolescentes varones, aunque no existen diferencias cuando son bebés.
"No es algo en el que los padres están conscientes", apuntó Durante. La mayoría de los padres dicen que tratan a sus hijos por igual, señaló. "Pero al mismo tiempo, sabemos que los padres se parcializan... En nuestro estudio, estamos observando una parcialidad que opera en un nivel inconsciente." Aunque las condiciones de vida actuales son menos peligrosas de lo que fueron durante la mayor parte de la historia humana, es difícil sacudir siglos de biología evolutiva.
"Creo que se trata de sobrevivencia, de ser muy sensibles a las señales de agotamiento de los recursos", expresó Durante. "No ha habido tiempo suficiente para erradicar el prejuicio de la selección".