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Inversiones millonarias en la industria automotriz de México crearán miles de empleos

Las nuevas plantas de Toyota y Ford generarán más de seis mil puestos de trabajo
Empleados de Ford trabajan en una planta de ensamble en Estados Unidos. (Foto: AP/Charlie Riedel)
Empleados de Ford trabajan en una planta de ensamble en Estados Unidos. (Foto: AP/Charlie Riedel)AP / AP

El anuncio de la última inversión multimillonaria de Toyota y Ford en México confirma la posición del país azteca como el séptimo productor mundial de automóviles. Estas inversiones generarán miles de empleos en Guanajuato, uno de los estados que ha sido fuente de la emigración hacia Estados Unidos.

 

La inversión de Ford, anunciada oficialmente el viernes pasado aunque materializada desde hace meses, ha sido de 2 mil quinientos millones de dólares, una parte para su planta de motores en Chihuahua y otra para abrir una fabrica de transmisiones en Guanajuato. En total, se generarán 3 mil 800 empleos directos y, al menos, más de 7 mil indirectos.

 

En la misma semana se anunció la inversión del gigante japonés Toyota. En este caso, por mil millones de dólares y la cual debería de crear 2400 puestos de trabajo. La fábrica, la primera en años que construye Toyota, estará en Guanajuato. Allí estará el laboratorio central para la construcción del nuevo modelo Corolla, utilizando lo que la compañía llama ‘Toyota New Global Architecture’, un nuevo sistema de fabricación de automóviles.

 

No hay por supuesto una correlación directa entre generación de empleos e inmigración. Para comenzar, porque estados como Guanajuato siguen siendo lugares donde mucha gente se dedica al trabajo en el campo, es decir, de seguro muchos pensaran en emigrar para trabajar en la agricultura en Estados Unidos antes que ir a solicitar trabajo a una fábrica de vehículos.

 

Con todo, también de seguro que muchos jóvenes guanajuatenses y de otros estados de la llamada región del Bajío mexicano que en el pasado no hubiesen tenido muchas opciones de trabajo y para quienes el viaje “al norte” hubiese estado en su horizonte natural hoy tienen la oportunidad de convertirse en trabajadores relativamente bien pagados de la industria automotriz.

 

Los otros dos estados cercanos a Guanajuato que también están en el centro de este (literal) terremoto de inversión automotriz que hoy sacude a México en términos de la enorme inversion en plantas para construir carros, motores, transmisiones y demás, son Querétaro y Aguascalientes. En este último para el caso, la automotriz Nissan construyó recientemente una planta en la que invirtió 2 mil millones de dólares y en la que trabajarán más de 3 mil personas y otras 9000 que se beneficiaran por empleos indirectos (los que fabrican autopartes, los que dan servicios a la planta y/o los trabajadores, etc.).

 

No es verso esto de la importancia o la magnitud de lo que hoy sucede en México con la fabricación de automóviles. Más allá de las críticas al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto por supuesta corrupción, inseguridad, falta de confianza, en fin, las tantas cosas por las cuales el mandatario tiene bajos índices de popularidad, lo cierto es que la industria automotriz mundial pareciera ignorar la discusión sobre la política mexicana y simplemente sigue su marcha a pasos acelerados convirtiendo a México en la llamada “capital del automóvil en América” (así le llama la revista Forbes).

 

Además de Toyota y Ford -por cierto, Ford fabrica automóviles en México desde los tiempos del fundador Henry Ford en los años 20s del siglo pasado-, también fabrican carros en México las automotrices Audi, Mercedes, Volkswagen, Nissan, Hyundai, Chrysler y General Motors. Literalmente quien es quien en el mundo de los principales fabricantes de automóviles (la que más produce carros en México es Nissan). 

 

Hay varias razones por las cuales estas compañías invierten carretadas de dinero en México. En parte por la mano de obra barata en relación a los costos en sus países de origen (40 dólares al día en México y 215 en USA), en parte por la cercanía de México al primer mercado consumidor de automóviles (Estados Unidos). También, por lo que Peña Nieto llamó el otro día cuando se anunció lo de la inversion de Ford, “paz laboral”; básicamente sindicatos que muy raro dan problemas o casi nunca se van a la huelga. 

 

Sin embargo, la aparente principal razón en este momento es que México tiene tratados de libre comercio con decenas de países (más de 40), lo que permite que se exporten los carros que se fabrican en México sin que se paguen aranceles de importación u otros impuestos al llegar a sus mercados de destino. 

 

“Puedo exportar libre de tarifas (impuestos) a América del Norte, a Sur América, a Europa y a Japón”, señaló Thomas Karig, Vice Presidente de Asuntos de Empresa de Volkswagen México, citado por Forbes. “No hay otro país en el mundo donde uno pueda hacer esto”.

 

Desde que se firmó el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos en los años 90s, los carros fabricados en México se exportaban libres de impuestos al vecino del norte. Sin embargo, hoy hay dos elementos nuevos. Uno, es eso de que México firmó más tratados. El país no se cruzó de brazos y por ello puede exportar a muchos otros lugares del mundo sin el costo añadido de los impuestos (siempre y cuando se fabriquen o compren en América del Norte el 62.5% de los componentes del vehículo). 

 

Pero igual de importante, a diferencia de hace quince o veinte años cuando las grandes automotrices enviaban de por decir algo las partes del vehículo para ser ensambladas en México, hoy la tecnología está en Mexico, es ahí donde básicamente se fabrica todo el vehículo. 

 

Tecnología como en el caso de Audi, de punta, de lo más moderno que tiene la empresa en el mundo. Audi comenzará a fabricar en México el modelo Q5, un SUV de lujo. Será la primera vez que lo produzca fuera de Alemania. 

 

“El Q5 es uno de nuestros carros más importantes”, explicó Bernd Martens, ejecutivo de Audi, citado también por Forbes, añadiendo que todo ha sido “planeado con mucho cuidado” ya que el 90% de los materiales con los que se fabricará el vehículo serán hechos en México. “No vamos a cambiar las especificaciones del Q5 porque se fabrica en México”.

 

Un detalle: ese Q5 SUV de Audi costaría el 55% más exportarlo a Brasil, si en lugar de México se hubiera fabricado en la otra planta de Audi que tiene en Tennessee.

 

Ante las noticias de estas inversiones millonarias, escribía el otro día el director del diario mexicano El Financiero, que era bueno tomar nota de ellas para “documentar el optimismo”, en el sentido de que no todo era malo en México, de que el país “tiene capacidades para ser mejor en el futuro”. 

 

En la misma medida habría que pensar que el futuro de muchos jóvenes guanajuatenses y de otros estados del bajío mexicano está más ligado a un trabajo en una fabrica de automóviles que a la aventura de la inmigración a Estados Unidos.