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México: Migrantes en caravana ponen 139 quejas a ombudsman

Denunciaron presuntas violaciones cometidas por las autoridades contra ellos

MEXICO (AP) — Cerca de 200 migrantes participantes en una caravana de protesta tipo "Viacrucis" llegaron el sábado a Ciudad de México y presentaron 139 quejas ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos por presuntas violaciones cometidas por las autoridades contra ellos.

Según un comunicado emitido por la Comisión, el ombudsman Luis Raúl González Pérez se reunió el sábado a representantes de dicha caravana encabezada por el sacerdote y defensor de derechos humanos Alejandro Solalinde y recibió las 139 quejas de los migrantes que denunciaron diversas agresiones por parte de las autoridades del Instituto Nacional de Migración y la Policía Federal.

Solalinde sostuvo que agentes de estos dos departamentos "cometieron diversas violaciones a los derechos humanos" y pidió una amplia investigación de lo ocurrido en el retén de El Espinal, Oaxaca donde las autoridades intentaron bloquear la protesta.

Los migrantes solicitaron también a González Pérez su intervención para no ser vistos "como criminales", ya que sólo buscan una mejor calidad de vida para ellos y sus familias.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos, que se comprometió a investigar a fondo todas las quejas, ya puso en marcha medidas cautelares para la protección de los participantes en el Viacrucis que cada año reúne a migrantes, sobre todo centroamericanos, para llamar la atención sobre los peligros, extorsiones y agresiones que sufren durante su paso por México hacia Estados Unidos.

La caravana se inició el pasado 25 de marzo en el alberque que dirige Solalinde en el municipio de Ixtepec, en el sur del estado de Oaxaca, para protestar por el programa "Frontera Sur" puesto en marcha por México tras la crisis de los menores migrantes del año pasado para reforzar su frontera con Guatemala y limitar así la llegada de indocumentados a Estados Unidos.

El sábado, pese a los intentos de las fuerzas de seguridad por disuadir la protesta, la caravana llegó a Ciudad de México y participó en una misa en la Basílica de Guadalupe.

Los migrantes, entre los que había hombres, mujeres y niños, cargaban cruces de madera y pancartas en las que criticaban la política oficial y el programa de "exterminación de migrantes" puesto en marcha por el Gobierno Federal, una "guerra no declarada" contra la gente que sale de su país, en muchos casos por la violencia, e intenta buscar un futuro mejor en Estados Unidos.

Por su parte, el Instituto Nacional de Migración informó el viernes por la noche en una nota de prensa que por instrucciones del secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, se "está brindando las condiciones que permitan el libre tránsito de quienes, con independencia de su estatus migratorio, acompañan la caravana que encabeza el Sacerdote Alejandro Solalinde".

Asimismo, el comunicado anunció que funcionarios del departamento recibirán el lunes a integrantes de la caravana para explicarles "de primera mano" en qué consiste el programa "Frontera Sur".

Al inicio de la caravana, Solalinde denunció que las redadas que comenzaron el verano pasado para evitar que los migrantes viajen de polizones en el tren de carga que anteriormente utilizaban, los ha forzado a utilizar rutas más peligrosas.

Y añadió que mientras antes alrededor de 15% de los migrantes es víctima de robo, extorsión, asalto y otras formas de maltrato, ahora la cifra se ha elevado al 90%.