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Departamento de Justicia presenta cargos de corrupción contra Bob Menéndez

Menéndez, Senador demócrata por New Jersey, ha sido enjuiciado por un jurado federal en New Jersey

Robert “Bob” Menéndez, el influyente Senador demócrata por New Jersey de origen cubano, ha sido enjuiciado por un jurado federal en New Jersey bajo cargos de corrupción. Menéndez, de 61 años y con casi una década en el Senado, es acusado de haber utilizado su puesto como legislador para ayudar al doctor Salomón Melgen, un doctor especialista en los ojos basado en la Florida quien es amigo del senador y quien ha contribuido a sus campañas políticas.  La acusación contra Menéndez tiene ocho cargos de soborno, los cuales pueden ser sancionados cada uno con hasta con 15 años de prisión. También se le acusa de conspiración, de fraude y de hacer dicho falsedades a los investigadores, según informes del Departamento de Justicia. Melgen también ha sido acusado de los mismos cargos, con excepción del último de falsedad. “La corrupción en el gobierno -a cualquier nivel de un funcionario electo- corroe la confianza pública y debilita nuestro sistema democrático”, señaló la Fiscal General Asistente, Leslie Caldwell. “Es una responsabilidad fundamental del Departamento de Justicia de hacer que los funcionarios públicos rindan cuentas a través de serias investigaciones y de pedir su enjuiciamiento cuando los hechos y la ley lo establecen”. La investigación contra el senador era literalmente secreto a voces ya que desde hace dos años era investigado por el Departamento de Justicia y el FBI.  “El trabajo de un servidor público electo es el de servir al pueblo”, señaló Richard Frankel, el agente del FBI en cargo de la investigación contra Menéndez. “Los ciudadanos de New Jersey tienen el derecho a demandar un servicio honesto (y) neutral, y ser representados por sus funcionarios electos a todos los niveles gobierno”.

Menéndez había dicho antes de conocerse el enjuiciamiento que era inocente y que daría la pelea legal en el juicio. 

 

Que igualmente, no renunciaría a su cargo en el Senado. “No me iré a ningún lado”, dijo un desafiante Menéndez en una conferencia de prensa el pasado seis de marzo cuando se le pregunto sobre la investigación en su contra. 

 

Menéndez sería el segundo senador en los últimos veinte años que es acusado por la justicia federal de corrupción. El otro fue el fallecido senador por Alaska Ted Stevens, quien fue condenado en 2008. Sin embargo, el juicio se anuló posteriormente ya que el gobierno aceptó que había ocultado evidencia clave. 

 

Desde su puesto en el influyente Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Menéndez se ha convertido en los últimos tiempos en un severo crítico de las políticas del Presidente Obama respecto a la negociación sobre el tema nuclear con Irán y a la normalización de las relaciones con Cuba. Las regulaciones internas de los demócratas en el senado no obligan a Menéndez ni a renunciar ni a dejar su lugar en el Comité -donde es el demócrata de más alto cargo.

 

La acusación contra Menéndez tiene ocho cargos de soborno, los cuales pueden ser sancionados cada uno con hasta con 15 años de prisión. También se le acusa de conspirar, de fraude y de haber dicho falsedades a los investigadores, según reporte del diario New York Times, citando fuentes del Departamento de Justicia.

 

La investigación de la justicia federal contra Menéndez se inició en la Florida en 2013, supuestamente porque el Senador había recibido favores de Melgen, en particular varios viajes gratis a la República Dominicana en el avión de lujo del doctor.

 

Según la acusación, estos viajes habrían servido como moneda de cambio para que Menéndez interfiriera -o como pago por su intervención previa- en un conflicto que Melgen tenía con el gobierno federal.

 

Sucede que Melgen era acusado por el gobierno de haber facturado en exceso cerca de $9 millones de dólares por los servicios que se daban en su clínica de la Florida a pacientes de los ojos beneficiarios de los programas de Medicare y Medicaid.

 

Melgen aparentemente hizo también uso de la influencia del Senador para que este le ayudara en un asunto pendiente que tenía en su natal República Dominicana. Sucede que ahí Melgen es propietario de una compañía que vende equipos de seguridad para aduanas y puertos y la cual exigía que el gobierno dominicano hiciera honor a un contrato para adquirir ciertos equipos. 

 

De acuerdo a la acusación, Menéndez habría interferido ante funcionarios del Departamento de Comercio y del Departamento de Estado de Estados Unidos para que presionaran a sus colegas dominicanos y finalizaran la compra de los equipos de seguridad que les había vendido la compañía de Melgen.

 

Por medio de estas acciones, detalla el comunicado del Departamento de Justicia, el senador habría llegado “hasta los más altos niveles del gobierno de Estados Unidos, incluyendo encuentros con secretarios de gabinete, embajadores de Estados Unidos” y otros funcionarios para ayudar en los “intereses personales y pecuniarios de Mellen”.

 

En su momento, cuando se supo de la investigación y se inició el escándalo público, Menéndez reintegró a Melgen el costo de los viajes a la Dominicana -más de $58 mil dólares-. Más tarde el Senador también pagó por otro viaje que había hecho en el avión de su amigo el doctor, en este caso de la Florida a New Jersey y con un costo de más de $11 mil dólares. En ambos casos, la explicación del Senador fue que por “error”, debido a muchos viajes, no reportó al Senado los viajes en el avión de Melgen.

 

Menéndez no ha negado que tuvo estas reuniones con los funcionarios del gobierno, bien sea en lo de las cuentas en exceso de Medicare y Medicaid o en lo de los equipos de seguridad para la Dominicana. En todo caso, hay récords públicos de las reuniones. El detalle sin embargo, es que el Senador argumenta que lo hecho es parte de la tarea normal de un funcionario electo: gestionar en favor de alguien que tiene un problema o disputa con el gobierno.

 

Este será uno de los puntos centrales que deberán considerar los jurados cuando conozcan del juicio contra Menéndez; de si lo hecho por el Senador en favor del millonario oftalmólogo de la Florida fue a cambio de prebendas y en consecuencia un abuso -especie de defraudación- de la confianza o el mandato que le dieron los electores que lo enviaron al Senado. 

 

O si por el contrario, como argumenta Menéndez, las gestiones hechas en favor del doctor no tuvieron nada de extraordinario. Que es una de las tantas cosas que hacen rutinariamente los legisladores -entrevistarse y pedir cuentas a burócratas, etc.- para que funcione mejor el gobierno. Y que los regalos y donaciones en efectivo a las campañas por otro lado, no tuvieron nada que ver o motivaron las acciones del senador. 

 

Y todavía más, que lo de Melgen en todo caso, fue un regalo o un gesto para un amigo (ambos se dicen buenos amigos, se hablan semanalmente y asisten a los funerales de familiares y otros eventos sociales). Que en ningún momento hubo intento criminal en lo actuado por Menéndez.

 

Menéndez es uno de los tres senadores latinos que hay en el actual Senado -los otros son Marco Rubio de la Florida y Ted Cruz de Texas- y al igual que su colegas es de origen cubano. Los padres de Menéndez emigraron a Estados Unidos en 1953 y el Senador nació el año siguiente en New York. 

 

De origen humilde, el padre de profesión carpintero y la madre costurera, Menéndez creció en New Jersey y aunque se graduó de abogado, literalmente toda su vida profesional ha estado dedicada a la política. 

 

Comenzó a los 20 años como miembro de la Junta Escolar en la ciudad de Union City, para convertirse luego en 1986 en alcalde de la misma ciudad donde derrotó a su mentor el entonces alcalde William Musto. Más tarde llegaría a la Asamblea y después al Senado de New Jersey. 

 

En 1992, Menéndez ganó un puesto como congresista en la Cámara baja en Washington. En el 2006 llegó al Senado vía la designación por el gobernador de New Jersey ante la renuncia del senador John Corzine. En noviembre de ese mismo año ganó la elección para el puesto por seis años. Menéndez sería reelecto luego en el 2012. 

 

Menéndez es uno de los senadores de menos recursos financieros, con un patrimonio de alrededor de $450 mil dólares según registros de la organización Opensecrets.org. Suena alto pero es poco en comparación a lo que tienen sus colegas en el Senado. De los 100 senadores que hay en la Cámara alta, Menéndez ocupa el lugar 82 en términos de riqueza en lo que se conoce como el “club de los millonarios”, donde la fortuna promedio es de diez millones de dólares. 

 

Esto de las finanzas personales de Menéndez tendrá gran relevancia en torno al juicio debido a que el proceso judicial será costoso. Como ha dicho que dará la batalla legal, el senador se verá obligado a pagar por equipos de abogados de primer nivel que cobran cientos de dólares por hora. Menéndez ha formado un fondo de ayuda legal y ya el año pasado, cuando aun no había juicio abierto, había gastado más de un millón de dólares en su defensa (hay también otra investigación contra Menéndez, en este caso, del Comité de Etica del Senado).

 

La gran pregunta será si Menéndez tendrá la fortaleza física y emocional, lo mismo que el soporte financiero adecuado, para embarcarse y continuar hasta el final en lo que pudiera ser una larga batalla legal y política en la que estará en juego su nombre, su puesto como senador y su legado como líder político latino.