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Senador Ted Cruz se opone a Obamacare pero aun así se acogerá a sus beneficios

El senador republicano Ted Cruz, uno de los más brutales críticos de la ley de salud conocida como Obamacare, planea inscribirse a la misma.
Discurso de ted cruz en liberty college
El senador republicano por Texas, Ted Cruz, anuncia su candidatura a la presidencia de Estados Unidos en el centro de estudios Liberty College.Chris Keane / Reuters

El senador republicano Ted Cruz, uno de los más brutales críticos de la ley de salud conocida como Obamacare y quien ha dicho que de ganar la presidencia en 2016 eliminará “cada palabra” de esta, planea hoy inscribirse a la misma.

 

¡Vaya vueltas que da la vida!

 

Sucede que Cruz recibía su cobertura médica a través de su esposa Heidi, directora de una filial de la firma Goldman Sachs y quien al incorporarse a la campaña del senador perderá los beneficios médicos que le ofrece su empleador a ella y a su familia -los Cruz tienen dos hijas. Es por esto que el senador republicano se ha visto obligado a buscar seguro en otro lado, optando casi con seguridad por lo más ventajoso en términos de cobertura y costo: el plan que bajo Obamacare está disponible para los miembros del Congreso.

 

“Presumiblemente nos inscribiremos en uno de los planes (de Obamacare), estamos en el proceso de transición para hacer eso”, reveló Cruz al diario The Des Moines Register en una entrevista luego de anunciar el lunes en un acto en la Universidad Liberty en Virginia su pre-candidatura a la elección presidencial.

 

Normalmente no tendría nada de extraordinario que un miembro del Congreso se inscriba en uno de los planes de Obamacare. Tan así, que hasta la fecha más de doce mil personas entre congresistas, senadores, ayudantes, secretarias, etc. que trabajan en los pasillos del poder en Washington están inscritas en alguno de los planes de salud de la ley conocida como Obamacare. Y Cruz tiene como senador todo el derecho ha acogerse a los beneficios de la ley de salud.

 

Lo que llama la atención, sin embargo, es que Cruz ha sido un fiero opositor a la ley. En alguna ocasión, por ejemplo, pasó más de 21 horas ininterrumpidas hablando en la tribuna del senado en lo que se conoce como “filibustero”, con la intención de boicotear un voto para aprobar los fondos de Obamacare. La acción de protesta de Cruz -apoyada por sus colegas republicanos- dio pie luego a que el gobierno cerrara por dos semanas. 

 

Cruz además, no ha cambiado su opinión sobre la ley de salud. En la misma entrevista con el Register habló de que “un buen número de republicanos en Washington y en otros lugares, de manera quieta y privada, se han rendido en esa batalla” contra Obamacare. “Yo no” me he rendido, aseguró el siempre combativo senador.

 

Así las cosas, es válido preguntarse si lo hecho por Cruz al acogerse a los beneficios de Obamacare no es contradictorio con sus acciones e ideario político. Sin duda que es legítimo oponerse a Obamacare si es que alguien así lo considera -no obstante que entre otros beneficios la ley ha dado seguro médico a más de 16 millones de personas que antes no tenían-. 

 

¿Pero es correcto para un político oponerse y al mismo tiempo acogerse a los beneficios de una ley que está dispuesto a desaparecer de ser elegido presidente?

 

Alguien dirá que Cruz no tenía muchas opciones, que al quedarse sin seguro médico no le queda más que tomar el que está disponible para los miembros del Congreso: Obamacare. 

 

Pero una de las pocas opciones para Cruz es comprar un seguro médico totalmente privado -es decir fuera de los planes de Obamacare-. En este caso tendría que hacerlo en Texas, su estado de residencia y el que lo eligió senador. Pero hace esto le costaría mucho dinero ya que no obtendría el beneficio del subsidio que da el gobierno federal (la gente en Texas, aun sin contar con un ‘mercado’ local, puede adquirir un plan de Obamacare vía uno de los ‘exchanges’ del gobierno federal).

 

Lo del senador Cruz y Obamacare se da precisamente en el quinto aniversario de la ley. Más allá de los beneficios que la legislación ha traído -los millones de nuevos asegurados, la baja en los gastos de salud a nivel nacional, el que las aseguradoras no puedan negar el asegurar a alguien con una enfermedad previa, etc.-, sin duda que la ley sigue siendo controversial. Alrededor de la mitad de la población sigue opuesta a la misma, Cruz por supuesto a la cabeza de esta oposición y utilizando sus críticas a la ley en su campaña presidencial. Lo que no se vale es cuestionar Obamacare un día y acogerse a sus beneficios el otro.