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La dieta y los defectos de nacimiento

La dieta y los defectos de nacimiento

Por: Jonel Aleccia/ NBC News

El desconcertante grupo de defectos de nacimiento en el estado de Washington está planteando nuevas interrogantes al tema de la adición de un nutriente vital a las tortillas de maíz, tamales, y otros alimentos favoritos de las familias hispanas, que pudiera prevenir el devastador problema.

Los funcionarios de la salud aún no pueden explicar las razones por las que 42 bebés han sido diagnosticados con el llamado defecto del tubo neural en la región desde 2010, incluyendo a 32 bebés que nacieron sin partes del cerebro y el cráneo. En más de la mitad de los casos, las madres son México-Americanas.

Algunos activistas defensores de la salud señalan que la causa está en los bajos niveles de ácido fólico, un suplemento que previene estos defectos de nacimiento. Además están cuestionando por qué todavía no se ha hecho obligatorio agregarlo a la masa de harina de maíz, el alimento básico de la dieta de los hispanos, en la misma medida que ha sido agregado al trigo enriquecido y al arroz en los Estados Unidos desde 1998.

Los críticos dicen que la petición a favor de la fortificación de ácido fólico en la masa del maíz ha estado pendiente en la Administración de Alimentos y Drogas (FDA por las siglas en ingles), por más de dos años.

"Esta es un área en la que podemos definitivamente prevenir un conocido defecto congénito", aseguró la vicepresidente de política pública de la Fundación March of Dimes, Cynthia Pellegrini, quien lideró la petición en el 2012.

La fortificación de los productos que contienen granos con 140 microgramos de ácido fólico por cada 100 gramos de harina, ha sido elogiado como uno de los "10 grandes logros de la salud pública" en los Estados Unidos, dijo el Dr. Joe Sniezek, jefe de la División de Investigación de Prevención de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por las siglas en inglés).

Los defectos del tubo neural como la espina bífida y la anencefalia ocurren en las primeras semanas del embarazo, por lo general antes de que la mujer sepa que está embarazada, y se producen cuando el tubo que normalmente se forma en el cerebro y la médula espinal no cierra completamente.

Los casos de defectos del tubo neural (NTDs por las siglas en inglés) se redujeron en un 36 por ciento en los Estados Unidos después que se hiciera obligatoria la fortificación, lo cual impidió alrededor de 10.000 embarazos afectados con defectos neurales entre 1996 y 2006. Según el CDC, en la actualidad nacen alrededor de 3.000 bebés cada año con tan costoso y devastador problema.

Las mujeres hispanas son un 20 por ciento más propensas, en comparación con otras mujeres, a tener bebés con estas condiciones, y continúan manteniendo niveles muy bajos de ingestión de ácido fólico, ya sea a través de suplementos o de la dieta, informó Heather Hamner, una científica de la salud en el CDC.

La fortificación de la harina de maíz al mismo nivel que otros productos que contienen  granos podría aumentar en un 20 por ciento el consumo de ácido fólico en las mujeres hispanas en edad fértil, reduciendo así el número de defectos de nacimiento.

"Según la información, los datos y la ciencia, nuestros modelos indican que cerca de 40 bebés podrían nacer sin espina bífida y con anencefalia cada año", aseguró Hamner.

Pero, según los expertos, la continuación de tan aparentemente positiva intervención de salud pública está resultando mucho más difícil de lo esperado.

Cuando se implementó la fortificación con ácido fólico, primero como recomendación en 1992 y luego como requisito en 1998, la harina de maíz no se consumía ampliamente y la FDA no la incluyó en la lista de los granos afectados, explicó Hamner.

Desde entonces, la población de hispanos en los Estados Unidos ha aumentado de aproximadamente 31 millones en 1998 –lo que representaba el 11,4 por ciento de la población-  a 53 millones o el 17 por ciento de la población en 2012, según los datos del censo de ese año.

El consumo de la harina de maíz ha aumentado también. La Asociación de Industria de la Tortilla ha estimado que los estadounidenses consumen alrededor de 85 billones de tortillas al año.

Pero la FDA no puede simplemente aplicar las reglas para el trigo y el arroz al maíz, aclaró Pellegrini. En cambio, la agencia está pidiendo extensas y costosas pruebas para determinar la seguridad y la estabilidad de la adición de ácido fólico a la harina de maíz. El problema está en que ni la March of Dimes, ni sus aliados en la petición - la Academia Americana de Pediatría, la Asociación de Espina Bífida y otros - tienen los fondos suficientes para financiar las extensas pruebas.

"Estaba en el rango de $ 1 millón y no teníamos $ 1 millón para gastar en eso", añadió.

Algunos activistas defensores de la salud pública consideran que la necesidad de la fortificación de la harina de maíz es obvia, teniendo en cuenta que el costo del cuidado de de un niño con espina bífida de por vida está estimado en $ 729.000.

"¿Por qué lo hicimos para el arroz y el cereal de trigo y no lo hemos hecho para esto?", cuestionó Vickie Ybarra, una enfermera de la salud pública que pasó 10 años visitando los hogares de mujeres hispanas en Yakima, Washington, uno de los tres condados donde se ha detectado el grupo de los defectos de nacimiento.

Se necesita ingerir ácido fólico en las primeras semanas del embarazo para que tenga efecto en el desarrollo del tubo neural, anotó Ybarra. Los médicos recomiendan tomar el suplemento a todas las mujeres en edad fértil, ya que la mitad de los embarazos no son planeados.

"La mayoría de las mujeres no saben que están embarazadas en ese momento", añadió Ybarra. "Es por eso que la fortificación sucede en primer lugar".

En muchos otros países permiten el enriquecimiento de los productos de harina de maíz con ácido fólico, incluyendo a Costa Rica, El Salvador y México. Algunos funcionarios de la FDA dijeron que no podían comentar sobre el estado de la petición pendiente, pero según Pellegrini, el asunto parece estar estancado por ahora.

"Usted puede argumentar sobre sus beneficios para la salud pública hasta que se le ponga la cara azul, pero hasta que usted no confronte sus preguntas sobre la seguridad de los alimentos, no llegará a ningún lado", acotó. "No tenemos una idea en este momento si estamos cerca de resolverlo".