Por Orlando Matos
La Habana, enero 21.- La población de Cuba estrena su primer canal de televisión no oficial y extranjera, después de décadas de programación nacional y restringida por el gobierno. Se trata de la cadena de televisión venezolana Telesur, de la cual Cuba es accionista, en términos estrictamente legales.
Desde el domingo pasado, Telesur es huésped por unas trece horas diarias de un canal cubano que habitualmente transmite programas educativos.
La cadena venezolana asegura que cuenta con un público millonario alrededor del mundo, al que ahora se suman los cubanos, ávidos de otra opción en la pantalla chica que los haga expandirse un poco más allá de sus fronteras, aunque sigan marcados con un contenido ideológico similar.
La población cubana pedía con insistencia ver en tiempo real las transmisiones de las cadenas de televisión sudamericanas, pues sólo accedían a una selección de espacios editados por el gobierno de los hermanos Castro.
“Un botón de muestra”, uno de los programas de la televisión cubana, informaba sobre una suerte de teléfono celular Iphone elaborado mediante una colaboración chino-venezolana, que entre sus prestaciones incluye acceso inalámbrico a Internet.
De acuerdo con el presentador, el teléfono tiene precios aceptables en el mercado venezolano y amplía aún más el acceso a la red de redes mundial en ese país.
“Una muestra final”, a las 11.30pm, hora de La Habana, se escuchó el himno nacional venezolano. Casi una hora después, se escuchó el himno nacional cubano al llegar el cierre de la emisión de Telesur aquí y con ello el del canal Educativo que le sirve de anfitrión.
A la pregunta de qué les trajo esta ampliación de las emisiones en vivo de Telesur a los cubanos, la respuesta fundamental es, sin dudas, más información y, por supuesto, más preguntas acerca de la realidad nacional, política y cultural que viven.