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Surgen dudas sobre avión en que viajaba Jenni Rivera

Surgen dudas sobre avión en que viajaba Jenni Rivera

Por Carlos Rajo

El avión en el que viajaba la cantante Jenny Rivera no sólo tenía 43 años de uso y había tenido un accidente previo, sino que además era parte de la flota de aviones de una compañía basada en Las Vegas y de la cual se alega su principal dueño es un empresario que fue condenado por la justicia estadounidense por falsificar registros de vuelo de aeronaves.

El avion Learjet 25, con registro N345MCC que se estrelló el domingo en la madrugada en ruta a la ciudad de Toluca, México, está registrado a nombre de la empresa Starwood Management, según informes de la Agencia Nacional para la Seguridad del Transporte, el ente oficial de Estados Unidos encargado de las investigaciones en accidentes aéreos. Starwood Management está inscrita en el registro de empresas de Nevada, donde sólo aparece el nombre de Norma Gonzalez como representante de la compañía.

González es la cuñada de Christian E. Esquino Núñez, quien según documentos legales en un juicio que se sigue contra Starwood Management en Las Vegas, es señalado de ser el propietario de la compañía aun cuando no aparezca como tal en los registros.

Starwood Management ha negado en ese juicio iniciado por una firma de seguros que Esquino Núñez sea el dueño de la compañía, o que como alega la parte acusadora, sea “una ficción” el que Starwood pueda concebirse “separada de Núñez”.

La firma que demanda a Starwood es la aseguradora QBE con sede en New York y la cual fue a los tribunales luego de que la Agencia para el control de las Drogas (DEA) decomisara en septiembre pasado en McAllen, Texas, uno de los aviones de Starwood. La aseguradora alega que fue engañada en el proceso para la adquisición del seguro ya que en la solicitud del mismo se ocultó el pasado delincuencial de Esquino Núñez, quien precisamente fue el que firmó tal solicitud (al estar el avión en manos de la DEA, Starwood reclamó el pago del seguro de parte de QBE).

Esquino Núñez ciertamente ha tenido varios roces con la justicia. En octubre de 2004 fue condenado por la Corte de Distrito de San Diego a dos años de cárcel y a pagar $435,000 dólares en restitución a cuatro víctimas por el delito de falsificación de registros de vuelo de aviones. Según la acusación, Esquino Núñez y su cómplice Lance Z. Ricotta, importaban aviones usados de México a los cuales les alteraban su récord de vuelo y de mantenimiento y luego los vendían en Estados Unidos.

Durante los alegatos en este juicio en San Diego sobre si dejar libre bajo fianza a Esquino Núñez, fiscales federales señalaron al juez que era posible que el empresario mexicano tuviera vínculos con el llamado cartel de Tijuana. Su abogado respondió que no obstante que su cliente “había sabido por años que estaba siendo investigado por las autoridades federales en San Diego por tráfico de drogas, lavado de dinero y evasión de impuestos”, no había huido y que por eso ameritaba que se le aprobara la libertad bajo fianza. Al final, los fiscales federales decidieron no acusar a Esquino Núñez de tráfico de drogas aunque sí lo llevaron a juicio a él y a su cómplice por 44 cargos de fraude.

Esquino Núñez, de 49 años, nació en México pero se traslado con sus padres a Estados Unidos en 1968 y paso la mayor parte de su vida adulta en San Diego, según un reporte del periódico canadiense National Post. El diario investigó al empresario cuando Esquino Nuñez se vio involucrado en un escándalo en septiembre de 2011, sobre el supuesto intento de una cuidadana canadiense y otros residentes de San Diego, de traer a México a Saadi Qadaffi, uno de los hijos del ex dictador libio Mohammar Qadafi. Según la acusación y el juicio, que siguen su curso en las cortes mexicanas, la canadiense y sus socios habrían contratado los servicios de vuelo de la firma de Esquino Nuñez. La canadiense está en una prisión mexicana junto a otra acusada. Esquino Nuñez es el principal testigo de la acusación.

Un detalle de este juicio en las cortes mexicanas, es que a diferencia de Estados Unidos donde Starwood niega que Esquino Núñez tenga que ver con la compañía, en lo de México es precisamente por su calidad de dueño o socio al menos -según la declaración de Esquino Núñez mismo ante la justicia mexicana- de Starwood que el individuo está involucrado en el juicio. Según Esquino Núñez, la canadiense hoy en prisión y algunos de sus socios se acercaron a él precisamente para contratar uno de sus aviones.

Desde joven, siempre según la investigación del National Post, Esquino Nuñez se convirtió en un eficiente piloto aunque se ganaba la vida en el negocio de la compra, venta y alquiler de aviones. A lo largo de los años fundó diferentes compañías del ramo como Argentum Air, Aircraft R Us, Wing Financial y la última que está hoy en el ojo del huracán por la tragedia de Rivera, Starwood Management.

En 1991 Esquino Nuñez fue acusado en otro juicio por tráfico de drogas, en este caso porque un avión que él vendió fue utilzado en el narcotráfico. Al final, Esquino se declaró culpabe de esconder efectivo del Internal Revenue Service (IRS, la oficina recolectora de impuestos por sus siglas en inglés) y fue condenado a cinco años de sentencia suspendida.

Cuando terminó su sentencia por lo del juicio en San Diego, Esquino Núñez fue deportado a México donde en poco tiempo rehizo su negocio de aviación, en este caso basado en la ciudad de Toluca, el destino del frustrado vuelo de Rivera y sus acompañantes. De acuerdo al diario canadiense, cuatro años después de haber regresado a su natal México, Esquino Nuñez era propietario de decenas de aviones, uno de los cuales supuestamente había acordado rentar a la canadiense y sus socios envueltos en la trama para trasladar al hijo de Qadaffi a México.

Esquino Núñez también está involucrado en otro pleito legal, en este caso en un juicio en Arizona donde la misma DEA le decomisó en Tucson, Arizona, un avión inscrito a nombre de Starwood Management bajo la sospecha de que era utilizado para el transporte de drogas. Originalmente este avion estaba registrado ante la FAA (la Agencia Federal de Aeronautica) a nombre de Esquino Núñez. Starwood contrademandó a la DEA exigiendo la devolución del avión del tipo Gulfstream, valuado en $1.5 millones de dólares, con la salvedad de que cambió el registro ante la FAA, eliminando el nombre de Esquino Núñez y poniendo en su lugar a Norma González, según documentos del juicio que se lleva en la Corte del Distrito de Arizona.

A medida que pasan los dias luego de la tragedia del domingo surgen más preguntas tanto sobre la compañía de aviación propietaria del aeronave que se despomo, como sobre el avion mismo, el piloto y las circunstancias del accidente. LLama la atención que el piloto era un hombre de 78 años y que el avión haya tenido otro accidente antes. En vuelos de líneas comerciales la edad límite para los pilotos es de 60 años y con ciertos requisitos puede extenderse hasta los 65 años. En vuelos “charter” privados, sin embargo, como en el que viajaba Rivera y sus acompañantes, no hay edad límite, todo depende del estado de salud del piloto. No obstante, estos pilotos tienen que realizarse un exámen médico una vez al año y la FAA de Estados Unidos no tenía ningún record médico del piloto Migue Pérez Soto -recordemos que este avión tenía matrícula estadounidense y tiene que regirse por las leyes de este país-.

Las autoridades mexicanas señalan que están “investigando y revisando” toda la documentación, lo mismo que la historia personal de los pilotos y del avión, aunque hasta el momento no han encontrado irregularidades, según Alejandro Argudín, Director de Aviación Civil de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes, citado por el diario El Economista. “La recoleccion de evidencia nos puede tomar hasta diez días, dependiendo en las condiciones del tiempo y otro número de factores”, añadió el funcionario.

Esquino habló con el periódico estadounidense Los Angeles Times y dijo que él cree que el piloto de 78 años sufrió un para cardíaco y que el co-piloto, que estaba "muy verde", no pudo controlar el avión. Lo que pasa es que Esquino no estaba en el avión.