Londres, 19 de julio (EFE)
Miles de trabajadores del Ministerio de Interior británico, entre ellos personal de control de fronteras en aeropuertos, han sido convocados a una huelga el 26 de julio, un día antes del comienzo de los Juegos Olímipicos.
Según anunció hoy el sindicato Servicios Públicos y Comerciales (PCS, por sus siglas en inglés), el paro afectará durante 24 horas, entre otros servicios, a los puestos de control de pasaportes en puertos y aeropuertos británicos.
Entre ellos el aeropuerto de Heathrow, el aeródromo de mayor tráfico de Europa y uno de los puntos del sistema de transporte del Reino Unido que ha despertado mayor preocupación debido a eventuales colapsos ante la llegada masiva de visitantes por los Juegos.
El sindicato, que agrupa a cerca de 250.000 trabajadores públicos, afirmó además que sus miembros se negarán a trabajar horas extraordinarias desde el 27 de julio hasta el 20 de agosto, un periodo de intensa actividad que los responsables de Heathrow calificaron esta semana de "el mayor reto que ha afrontado el sistema de transporte británico en tiempos de paz".
Precisamente, el Gobierno anunció hace pocas semanas que aumentaría en 700 personas el personal dedicado al control fronterizo en el mayor aeropuerto del país para evitar largas filas como las que ya se produjeron antes del verano.
El sindicato anunció el paro como medida de protesta por las condiciones laborales de los trabajadores y adelantó que planea emprender "nuevas medidas" si no se negocian sus reclamaciones.
La ministra británica de Interior, Theresa May, calificó de "vergonzosa" la decisión de ir a la huelga en uno de los "días clave" en una operación por la que se espera que cientos de miles de personas entren al Reino Unido con motivo de los Juegos, que comienzan dentro de ocho días.
El anuncio de la huelga de los trabajadores públicos se suma a la convocatoria hoy de otro paro por parte los conductores de la empresa ferroviaria East Midlands Trains durante tres días de agosto, que también coincidirá con los Juegos.
Los conductores alertaron de su intención de ir a la huelga del 6 al 8 de agosto, lo que afectaría a servicios de tren entre Londres y aeropuertos como Gatwick, Stansted y Luton, así como a la unión entre la capital y otras sedes de los Juegos, como Manchester y Newcastle.