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Primera medida de Mubarak

Primera medida de Mubarak

Francisco Carrión/El Mundo.es

El discurso de anoche del presidente egipcio, Hosni Mubarak, no ha logrado calmar los ánimos de sus compatriotas, que se han vuelto a echar a la calle en El Cairo, una ciudad que se ha despertado con los restos de la batalla campal de ayer.

Mubarak, que anoche tomó la decisión de cesar a todo el Gobierno aunque él, a sus 82 años, no piensa dimitir, ya ha tomado su primera medida. Ha nombrado vicepresidente a Omar Suleiman, el jefe de los servicios de inteligencia de Egipto y que le disputaba la carrera hacia la Presidencia al propio hijo de Mubarak, Gamal.

Es la primera vez que alguien ocupa este puesto, que había estado vacante desde que Mubarak llegó al poder en 1981. "Juro preservar el régimen democrático republicano y la Constitución, los intereses del pueblo, la estabilidad de la patria y la integridad territorial", ha afirmado Suleiman, cuyo juramento fue televisado.

Como primer ministro ha sido designado Ahmed Shafiq, general y hasta ahora ministro de Aviación Civil, a quien le han encomendado la misión de formar el nuevo gobierno. Estos nombramientos se producen después de que el Gobierno egipcio, encabezado por Ahmed Nazif, haya presentado su renuncia. Los Hermanos Musulmanes han pedido un traspaso "pacífico" del poder.

Pero a pesar de estos gestos, en la capital egipcia se vive un estallido popular y miles de opositores al régimen han \'tomado\' la plaza de Tahrir, epicentro de las protestas, donde aún siguen a pesar de que el toque de queda entró en vigor a las 16:00 horas (una hora menos en España) y se extenderá hasta las 08:00 del domingo. En medio de los gritos proferidos contra Mubarak, los manifestantes han aprovechado también para celebrar el funeral de una de las víctimas y han paseado el féretro por la plaza y otras calles.

Las protestas se han sucedido y la policía se ha empleado a fondo para impedir que algunos entraran en el Ministerio del Interior. Según informa Al Jazeera, han matado a tres manifestantes.

También han hecho acto de presencia los saqueadores, que irrumpieron en el Museo Egipcio y destruyeron dos momias faraónicas, según declaró el arqueólogo de Egipto en la televisión estatal. El museo, en el centro de El Cairo, que tiene la mayor colección mundial de antigüedades faraónicas, colinda con las oficinas centrales del gobernante Partido Nacional, a las que manifestantes prendieron fuego el viernes. El museo, un edificio de dos plantas construido en 1902, aloja decenas de miles de objetos en sus galerías y almacenes, incluyendo la mayor parte de la colección del faraón Tutankamón.
\'Que se vaya\'

Pese a estos incidentes y a las bajas -más de 70 muertos en todo el país y más de 1.000 heridos-, los ciudadanos van ganando fuerza y un oficial ha asegurado que el Ejército les apoya. "El Ejército está con vosotros para derrocar a Mubarak. Lo habéis hecho y lo volveréis hacer. Todo Egipto está unido", ha asegurado el militar a través de un megáfono. Mientras tanto, los ciudadanos corean gritos de: "¡Abajo faraón Mubarak!".
Un soldado besa a un ciudadano, en las calles de El Cairo. | Afp

Un soldado besa a un ciudadano, en las calles de El Cairo. | Afp

Ahmed Ibrahim, uno de los manifestantes, ha asegurado a ELMUNDO.es: \'La gente ha abandonado sus casas y viene hacia la plaza. Le pedimos, por favor, a Mubarak que renuncie y se vaya a Arabia Saudí. Nunca volverás a ser nuestro presidente\'.

En la calle, hay gente de todos los estratos sociales y religiones que corea gritos contra el presidente egipcio. Algunos, como una mujer que va cubierta por el niqab, portan pancartas con un mensaje muy directo hacia el presidente: \'Vete\'.

"Esta es la última noche de Mubarak en Egipto", sentenció Tarek Mahmud, dentista, que añadió: "Nadie en Egipto quiere que Mubarak siga en el poder, queremos cambio y lo queremos rápido, Egipto tiene que poder pensar y hablar por si mismo".

A su lado, su amigo Ahmed Mohamed Jalid descansaba la pierna enyesada sobre el césped y mostraba su satisfacción por la presencia del Ejército en las calles de la capital: "La lealtad del Ejército es para con la gente, no hacia Mubarak", apostilló.
Consecuencias del \'viernes de la ira\'

Tras la convulsa jornada de protestas del viernes, con, al menos, medio centenar de muertos, la situación en Egipto continúa siendo tensa: la Policía que custodia el Parlamento ha hecho varios disparos al aire para intentar dispersar a un grupo de personas que pretendía irrumpir en el complejo, mientras han proseguido los saqueos en El Cairo. En la sede del Ministerio de Interior, según fuentes de los servicios de seguridad.

Carros blindados incendiados, calles cortadas y la sede del gobernante Partido Nacional Democrático (PND), devorado por las llamas por un incendio que estalló durante las protestas, como señal de la clara descomposición del régimen que se vive desde las últimas horas.

Un grupo de violentos atacó en la noche del viernes varios hoteles, provocando destrozos, entre ellos el conocido hotel Ramses. En dos barrios de la capital, fueron liberados varios presos durante el asalto a las dependencias de la policía.
Mubarak dice que siempre ha estado con la gente

Tras permanecer varios días en silencio, Mubarak compareció anoche para lanzar un mensaje a la nación y aseguró que él siempre ha estado "muy cerca de las peticiones de la gente" y que respeta lo que "los manifestantes piden".

Mubarak ha lamentado la pérdida de "vidas de inocentes" durante las revueltas, más de medio centenar en todo el país, según el último balance. Pero ha pedido a los egipcios que no se dejen llevar por los "malos ejemplos dados por algunos", porque "hay una fina línea entre la libertad y el caos".

Con la intención de calmar la situación, Mubarak ha anunciado que se van a tomar nuevas medidas económicas para reducir el desempleo y mejorar la Sanidad y la Educación.

Ni el toque de queda ni la promesa del presidente de cambiar el Gobierno han sacado a los egipcios de las calles ni acallado su clamor para que haya un cambio total del régimen que está vigente desde hace 30 años.

El país vive un momento decisivo, pendiente de si Mubarak presenta su dimisión. "El momento más importante para Egipto viene ahora", reflexionó Jalid, que, afirmó con resolución: "Nos quedaremos aquí hasta que Mubarak se vaya".