Enfrentar un divorcio es difícil para la pareja en cuestión, pero a veces los más afectados suelen ser los hijos, ya que asimilar la separación de sus padres y todo lo que implica puede ser complicado.
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El diario Clarín recopiló información entre hijos de padres divorciados, que ahora son adultos y que hablaron sobre las peores actitudes que tomaron sus papás al terminar su matrimonio, y que les afectaron a ellos cuando eran pequeños. Hemos retomado 6 de ellas y son las siguientes:
1. Hablar mal de la expareja
Convertir a los hijos en un tipo de confidente para descargar rencores en contra de su padre o madre, se vuelve una de las peores conductas y de las más negativas, ya que, aunque la relación de pareja haya terminado, para los hijos cada uno de sus padres seguirá siéndolo para toda la vida, y hacer esto podría crear resentimiento hacia uno u otro.
2. Pelear frente a los hijos
Las discusiones pueden llegar a ser inevitables, pero se debe pensar en el bienestar de los hijos y no hacer que ellos presencien reclamos y escuchen sobre los problemas que hay entre sus padres.
3. Visitas restrictivas
No permitir el padre o la madre vean a sus hijos, según sea el caso, cuando no hay argumentos válidos y solo se trata de una absurda venganza, es uno de los peores daños que se puede hacer a los menores, ya que se les está privando de convivir con una de las personas más importantes en su vida.
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4. Separar a los hermanos
Vivir la separación de sus padres y además tener que alejarse de sus hermanos, es probablemente una de las peores cosas que se enfrentan en un divorcio. Para el diario Clarín los entrevistados mencionaron que era preferible permitir que los hijos sigan viviendo en la misma casa.
5. Cuestionar a los hijos
Querer saber detalles e información sobre la vida de la expareja por medio de los hijos, es probablemente uno de los mayores errores, ya que los pone en un dilema al contestar algo que quizá no agrade a papá o mamá y posteriormente se convierta en una discusión.
6. Decirles a los hijos que se vayan a vivir con su padre o madre
Comentarios como “ve a vivir con tu padre (madre) porque yo ya no te aguanto” pueden ser tomados a la ligera y vistos como parte de un enojo o una pelea con los hijos, pero en ellos puede repercutir negativamente a nivel emocional.
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Terminar una relación en la que hay hijos de por medio no es asunto sencillo, porque siempre existirá el contacto entre ambas partes de una u otra forma. Lo importante es ser conscientes de que si han decidido separarse es por el bien de la familia en conjunto, por lo que es mejor evitar las conductas mencionadas.
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