Un equipo de médicos del Hospital de Niños en Filadelfia, Estados Unidos, realizó una exitosa operación a un bebé, cuando aún se encontraba en el útero de su madre, y ahora crece sanamente y libre de peligro.
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Cecilia Cella se enteró por medio de una ecografía en la semana 20 de su embarazo, que su bebé tenía un tumor en el corazón y que era necesario extirparlo para evitar que se extendiera hacia otros órganos. “Vieron que había líquido alrededor del corazón, pero no sabían lo que era. Fui a ver a mi ginecólogo y tampoco sabía, por lo que consulté al cardiólogo infantil, Roberto Canessa”, dijo Cecilia al diario El País.
Roberto Canessa envió las imágenes del ultrasonido al Hospital de Niños, para obtener su apoyo y opinión. El diagnóstico hecho por Jack Rychik, director del Programa de Corazón Fetal, fue que el feto tenía un teratoma en el pericardio.
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El tumor es poco frecuente, y por ello se complicaba la situación del bebé, ante la baja cantidad de casos similares. Pero lo que se le comunicó a la familia fue que la operación era necesaria inmediatamente, y que era posible realizarla, aunque el pequeño aún estuviera gestándose en el útero de su madre, ya que el tumor continuaba creciendo día a día.
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Estando en el Hospital, se realizaron más estudios y se confirmó el diagnóstico. El panorama no era claro para Cecilia y su familia, porque de 9 casos detectados como el de ella, solo uno había sido operado, porque el resto no eran candidatos a cirugía.
"Es una patología muy rara y no se sabe cuál es la causa. Para ellos también era un caso de estudio. El cirujano cardíaco estaba en Barcelona y lo mandaron llamar. Al día siguiente ya estaba en Filadelfia para llevar a cabo la operación”, dijo Cecilla Cella.
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Tras la operación la madre tuvo algunas complicaciones, además el tumor no pudo ser extirpado totalmente, y los médicos desconocían lo que pasaría, al tratarse de un caso poco común.
Cecilia tuvo que continuar su embarazo en el hospital, y en la semana 27 el tumor volvió a crecer. El 11 de diciembre, estando en la semana 30 del embarazo, el pequeño Juan nació pesando 3.5 libras (1.600 kg).
Tres semanas después de su nacimiento, pudieron extirpar por completo el tumor. Juan estuvo 70 días en incubadora, por ser un bebé prematuro. Ahora la familia tiene que regresar una vez al año a Filadelfia, para continuar con las revisiones y cuidados.
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Ahora la madre de una niña de 3 años de edad, y gracias a la repetición de una operación exitosa e histórica, también Juan, de casi 4 meses, viven felices y con los cuidados que se requieren.
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