Cuando los niños mienten, usualmente lo hacen para evitar meterse en problemas o para conseguir lo que quieren. Pero otras veces los niños pueden meter con la intención de beneficiar a alguien más, según la profesora Rachel Annunziato de la Fordham University. “A medida que desarrollan su razonamiento moral, los niños se dan cuenta de que pueden potencialmente proteger a otros con sus mentiras”, dice.
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Para los padres es preocupante que los niños hablen mentiras, y a veces es difícil saber cómo manejar la situación. Hasta los siete años, las mentiras deben considerarse como una parte natural del desarrollo de los niños. Sin embargo, el doctor Denis Zavodny dijo a SheKnows que las mentiras son problemáticas cuando se asocian con problemas de conducta severos.
Cuando las mentiras están motivadas en evitar asumir responsabilidades, los padres deben tomar acción, según un artículo publicado en la revista digital SheKnows. “Debe ser un motivo de preocupación para los padres, cuando mentir se convierte en un hábito o si persiste a medida que el niño va creciendo o si la intención es culpar a otro por algo que hizo”, asegura Annunziato.
Los expertos recomiendan hablar con los niños y explicarles por qué está mal que mientan, en lugar de castigarlos o ignorarlos. Es importante explicarles que es mejor decir la verdad y que está bien equivocarse, no hace falta mentir al respecto.
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