Gemma Flanagan, de 33 años, vivía su vida felizmente viajando el mundo a través de su trabajo con las aéreas británicas. Aunque poco después, Flanagan fue diagnosticada con el Síndrome de Guillain-Barre, una enfermedad autoinmune que la dejó en silla de ruedas.
Cinco años después de su diagnostico, Flanagan está en silla de ruedas tras pasar un año en cuidados intensivos y rehabilitación. Sin embargo, hoy la Sra. Flanagan es una de las modelos que está participando en una innovadora campaña para la marca de lencería, Scantilly by Curvy Kate.
Ella espera desafiar la percepción preconcebida de la sociedad en lo qué consideran “atractivo” a través de su trabajo como modelo.
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