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¡Cuéntame más! La ciencia explica por qué nos gustan los chismes de las celebridades

El cerebro se encuentra particularmente feliz cuando nos enteramos de los escándalos de las luminarias, dice un estudio.

Si por alguna razón disfrutaste enterarte del último gran escándalo de Charlie Sheen o de otra celebridad, ¡no te sientas mal por eso! Ya que la ciencia parece haber descubierto que alegrarnos con las desgracias de los famosos es algo natural en nosotros.

Y es que las personas sentimos una gran satisfacción al escuchar estos chismes, de acuerdo con un estudio publicado en la revista científica Journal of Social Neuroscience. Pues la actividad neuronal del cerebro que se encontró, indicó que tanto a hombres como mujeres nos divertiría mucho saber de este tipo de escándalos.

El estudio

Para dar con estos resultados, los investigadores escanearon los cerebros de un grupo de estudiantes mientras una persona les leía noticias acerca de ellos mismos, sus mejores amigos y de algunas estrellas de cine. Algunos chismes -tanto de los conocidos como de las luminarias- eran malas noticias, como accidentes de autos, mientras que otros eran historias conmovedoras.

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Un resultado de escándalo

Al terminar de leerles los chismes, se les preguntó acerca de qué tan entretenidos les habían parecido cada uno de ellos, y también se hicieron escáners cerebrales. Así, los resultados indicaron que las historias negativas sobre los famosos eran las que más les habían aumentado la dopamina y otros químicos del cerebro que son los encargados de hacernos sentir bien.

Sin embargo, quizás para no verse como que disfrutaban de las desgracias ajenas, ninguno de los participantes del estudio admitió encontrar divertidos esos chismes, a pesar de que el escáner mostraba justamente lo opuesto.

“Las celebridades son particularmente susceptibles de ser envidiadas. Por lo tanto, cuando caen en desgracia nosotros somos más propensos a sentirnos felices por ello”, comentó Adam Perkins, neurobiólogo del Colegio King de Londres, de acuerdo con el diario Daily Mail, que reseñó el estudio. 

Así que si sientes placer al enterarte de los problemas en los que se meten las luminarias, ahora sabes que no eres la única.

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